Se necesitan mayores esfuerzos de prevención para frenar el creciente riesgo de futuros incendios forestales
El último informe de la Comisión sobre incendios forestales muestra la necesidad de abordar el cambio climático «para dejar un planeta más saludable para los que lo siguen», como destacó el presidente Jean-Claude Juncker en su último discurso sobre el Estado de la Unión y pide medidas más enérgicas para prevenir incendios forestales.
Hoy, la Comisión Europea publicó su informe anual sobre Incendios Forestales en Europa, Medio Oriente y África del Norte para 2017. Muestra que el año pasado, los incendios arrasaron más de 1,2 millones de hectáreas de bosques y tierras en Europa, más que la superficie total de Chipre. También cobraron la vida de 127 civiles y bomberos y causaron daños económicos estimados en casi 10.000 millones de euros.
Europa enfrenta más y más incendios severos
El último informe muestra una clara tendencia hacia temporadas de incendios más largos en comparación con años anteriores, con incendios que ocurren mucho más allá de los meses de verano secos y calurosos (julio a septiembre). En 2017, los meses más críticos fueron junio y octubre, cuando incendios letales azotaron Portugal y el norte de España.
La región mediterránea sigue siendo el área más afectada. Sin embargo, los veranos inusualmente secos en el centro y el norte de Europa han provocado recientemente grandes incendios en países como Suecia, Alemania y Polonia, que históricamente han visto muy pocos.
Finalmente, en 2017, más del 25% del área total quemada mintió dentro de la red Natura2000, exigiendo mayores esfuerzos de los países de la UE para restaurar y gestionar los hábitats protegidos y sus servicios ecosistémicos, incluso por el bien de la prevención de incendios forestales.
Los incendios forestales pueden prevenirse
Al igual que en años anteriores, en 2017, la mayoría de los incendios forestales fueron causados por la actividad humana. Las prácticas insostenibles de manejo forestal, la degradación de los ecosistemas, así como la plantación de especies de árboles forestales muy inflamables facilitan la ignición de incendios y favorecen la propagación de incendios forestales.
La prevención es, por lo tanto, clave en la lucha contra los incendios forestales. Las prácticas adecuadas de manejo forestal y uso de la tierra pueden reducir los riesgos de incendios y hacer que los bosques sean más resilientes a los incendios. Además, el informe muestra que la sensibilización y la capacitación de las comunidades locales, los responsables de las políticas y las partes interesadas aumentará su preparación.
Los Estados miembros y las instituciones de la UE deberían seguir trabajando codo a codo para proporcionar directrices sobre cómo actuar en caso de incendios forestales y cómo aumentar nuestra resiliencia, aprovechando la experiencia nacional y las mejores prácticas.
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