La revista Medio Ambiente para los Europeos preguntó a Matjaž Malgaj por los pasos que deben seguirse para mejorar el suministro de agua potable en Europa. Malgaj dirige la Unidad Medio Marino e Industria del Agua de la Dirección General de Medio Ambiente.
¿Por qué es necesario revisar la normativa en materia de agua potable de la Unión Europea?
La mayoría de los europeos disfrutan ya de agua corriente de la mejor calidad que existe a nivel mundial. Sin embargo, nuestros análisis reflejan que existen áreas en las que debemos mejorar para que esto siga siendo así. La primera Iniciativa Ciudadana Europea dejó patente que la población reclama un mejor acceso a los servicios de aguas y una mayor transparencia.
Por este motivo, decidimos actualizar la Directiva sobre el agua potable, adoptada hace ya casi veinte años. Proponemos renovar las normas de seguridad para hacer frente a contaminantes nuevos y emergentes. Asimismo, proponemos proporcionar a los consumidores mucha más información y capacidad de supervisión. Todo ello contribuirá a nuestros esfuerzos por una economía más circular, en la que muchas más personas se convencerán de que es totalmente seguro beber agua del grifo en Europa.
¿Qué beneficios aporta a los consumidores esta normativa modernizada? ¿Cómo pueden los consumidores estar seguros de que el agua del grifo es saludable?
La normativa actualizada contempla sustancias susceptibles de convertirse en un problema en el futuro, como los disruptores endocrinos. El nuevo sistema permitirá además detectar mejor y reducir aún más cualquier posible riesgo. Se irá incluyendo progresivamente a los proveedores más pequeños, sobre los que en la actualidad se dispone de poca información. Por otra parte, las nuevas normas ponen a las autoridades en mejor disposición para abordar riesgos de salud pública, como la legionela.
Los usuarios dispondrán de más información sobre la calidad del agua corriente y la eficiencia en el suministro del servicio, lo que les permitirá supervisar mejor a los proveedores. Dispondrán además de información en línea sobre nutrientes importantes como el calcio o el magnesio, así como de consejos sobre cómo reducir su consumo.
La Iniciativa Ciudadana Europea «Right2Water», avalada por 1,8 millones de firmas, perseguía el reconocimiento del agua como derecho humano. El objetivo de desarrollo sostenible n.º 6 de las Naciones Unidas pretende garantizar un suministro de agua y saneamiento seguros y asequibles para todos en 2030. ¿Esta propuesta satisface esta demanda?
El derecho a acceder a servicios esenciales de buena calidad, incluida el agua, es uno de los principios en los que se asienta el nuevo pilar europeo de derechos sociales. La propuesta refleja este principio, según el cual los Estados miembros deben mejorar el acceso al agua para la población en general y para los grupos vulnerables y marginados en particular.
De la evaluación de impacto que acompaña a la propuesta se desprende que los grandes beneficios para la salud derivados de un suministro de agua potable más seguro compensan con creces el modesto incremento de costes que supondría para los hogares. También se abordó la asequibilidad. Previsiblemente, el gasto del hogar promedio de la UE en servicios de agua solo aumentará ligeramente, del 0,73 % al 0,76-0,77 % de los ingresos medios. Dado que los Estados miembros disponen de un margen discrecional (que pueden destinar, por ejemplo, a subvenciones), los costes reales probablemente serán menores.
¿Qué tienen que hacer los Estados miembros? ¿Tendrán los gobiernos nacionales y/o locales que asumir costes adicionales?
La actuación de las autoridades centrales y regionales es primordial para llevar esta iniciativa a buen puerto, especialmente en lo que respecta a la aplicación práctica del nuevo concepto de seguridad, denominado «planteamiento basado en el riesgo». Probablemente, las fases iniciales impondrán más exigencias a algunos países, que deberán hallar nuevos métodos para evaluar posibles riesgos. No obstante, confiamos en que, a medio plazo, este sistema compense los esfuerzos y permita reducir de manera sustancial los costes para las autoridades públicas.
Dado que las empresas de abastecimiento de aguas suelen ser de titularidad privada, ¿cómo se les puede obligar a aumentar la transparencia de sus actividades?
La población tiene derecho a disponer de información medioambiental clara a escala nacional. Para evitar trámites burocráticos, la propuesta diferencia entre la información que debe estar disponible en línea y los datos específicos que los proveedores deben facilitar directamente a los consumidores, como el volumen consumido y detalles sobre la tarificación.
La Directiva revisada tiene por objeto actualizar la lista de parámetros de calidad del agua potable, así como adoptar un planteamiento basado en el riesgo. ¿Qué significa esto y cuáles son las ventajas?
Tras un concienzudo análisis, proponemos añadir dieciocho sustancias nuevas y emergentes a la lista de criterios empleados para determinar la seguridad del agua. Así, por vez primera, se dispondrá de un conjunto de normas a escala de la UE para proteger mejor a los ciudadanos europeos contra los virus. También se contemplan los contaminantes emergentes procedentes de la industria, como los compuestos perfluorados y las sustancias que se sospecha que podrían ser disruptores endocrinos, como el bisfenol A. Hemos colaborado estrechamente con la Organización Mundial de la Salud para actualizar la lista de parámetros y las normas de seguridad. La propuesta establece normas sobre las cantidades de sustancias permitidas en el agua, así como directrices muy claras sobre la fabricación de tuberías y grifos suficientemente higiénicos como para garantizar un uso seguro.
Cada vez se consume más agua embotellada. Las botellas de plástico desechables terminan ensuciando nuestros ríos y mares. ¿Logrará la revisión reducir esta marea de residuos plásticos?
La Comisión está decidida a resolver el problema creciente de los residuos plásticos. Esperamos que las acciones destinadas a mejorar el acceso al agua corriente, unidas a una mayor transparencia con respecto a su calidad, inspiren una mayor confianza y ayuden a reducir el consumo de plástico. Estos esfuerzos están íntimamente ligados a otras acciones recogidas en la estrategia europea sobre los plásticos del 16 de enero de 2018.
Los microplásticos son una amenaza cada vez más acuciante para nuestro planeta y nuestra salud. ¿La Directiva revisada contempla esta cuestión?
Hemos aplicado un criterio de precaución en este aspecto, que implica la obligación de incluir en las evaluaciones de riesgos la comprobación de si los microplásticos comportan algún peligro. Por ahora, no existe evidencia concluyente que pruebe la existencia de un riesgo real, pero queremos actuar con la mayor cautela posible. Si los controles indican que los microplásticos suponen un riesgo, los proveedores de agua tendrán que tomar medidas para asegurarse de que no contaminan el agua corriente.
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