Un presupuesto de 2 400 millones de euros permitirá a la UE establecer la nueva Infraestructura para la resiliencia, interconectividad y seguridad por satélite (IRIS²), la primera constelación de satélites multiorbitales de Europa.
Los nuevos satélites proporcionarán una infraestructura de comunicaciones segura para los organismos y agencias gubernamentales de la UE, los servicios de emergencia y las delegaciones europeas en todo el mundo.
El sistema busca garantizar la autonomía estratégica de la UE en el ámbito de las comunicaciones gubernamentales, en un contexto en el que las amenazas a la ciberseguridad son cada vez más importantes, especialmente tras la guerra de Rusia contra Ucrania.
En las negociaciones con los ministros de la UE, los eurodiputados se aseguraron de reforzar las disposiciones medioambientales y la sostenibilidad del sistema, para evitar la proliferación de desechos espaciales y la contaminación lumínica y compensar las emisiones derivadas de su funcionamiento.
El espacio de la UE es clave para la gestión del riesgo de catástrofes y su respuesta
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Próximos pasos
Tras la aprobación del Parlamento –con 603 votos a favor, 6 en contra y 39 abstenciones-, el texto debe ahora ser adoptado formalmente por el Consejo antes de su firma y publicación en el Diario Oficial.
Antecedentes
La comunicación por satélite se está convirtiendo en un activo estratégico tanto para los gobiernos como para la sociedad civil en el contexto de la doble transición digital y ecológica. Complementaria a las redes terrestres, puede contribuir a una comunicación digital sin fisuras, incluso cuando falten dichas redes o estén interrumpidas.
A día de hoy, la UE no cuenta con una infraestructura específica (incluidos segmentos espaciales y terrestres) para ofrecer servicios de comunicación por satélite a los gobiernos, la economía y la sociedad civil. Otros países están invirtiendo en estas capacidades. En febrero de 2022, la Comisión Europea presentó una propuesta para mejorar la resiliencia de los servicios de comunicación de la UE mediante el desarrollo y funcionamiento de una infraestructura de conectividad multiorbital (con segmentos espaciales y terrestres), basada en un modelo de colaboración público-privado.
Más información: Parlamento Europeo
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