Después de años de recopilar, analizar y archivar ejemplos de desinformación rusa en la plataforma EUvsDisinfo, hemos llegado a esperar cierto nivel de rimbombancia e imprevisibilidad de los medios de desinformación pro-Kremlin. No cabe duda de que el rumbo general de la desinformación y propaganda es claro, con las mismas narrativas sonando una y otra vez, como un disco rayado. Sin embargo, de vez en cuando, la maquinaria de desinformación pro-Kremlin baja tanto el listón que incluso nos sorprende a nosotros. Como esta semana.
La retórica del Kremlin sobre la guerra de agresión injustificable que Rusia desencadenó en Ucrania el 24 de febrero de 2022 nunca ha sido anodina ni racional. Ha sido moldeada por la desinformación, ha estado sobrecargada con la neolengua orwelliana y se ha caracterizado por una bravuconería hipócrita desde el primer día. Con todo, esta semana, uno de los líderes de opinión más prominentes de la desinformación pro-Kremlin fue un paso más allá. El antiguo presidente ruso Dmitry Medvedev, un hombre que en su día fue aclamado como el heraldo de la Rusia moderada, ahora ha perdido toda inhibición. A través de Telegram, su plataforma preferida, el señor Medvedev soltó nada menos que un discurso de odio , en el que insinuaba en gran medida que todos los ucranianos deberían ser eliminados de la faz de la Tierra. Por supuesto, no es la primera vez que el señor Medvedev sulfura a los seguidores de este canal de Telegram, lo que equivale a una incitación a la violencia y una justificación de los crímenes de guerra.
Este arrebato, aunque totalmente censurable desde un punto de vista moral, no marca un punto de inflexión en la retórica pro-Kremlin. Es más bien la recapitulación de una narrativa de deshumanización y denigración de todos los ucranianos, que los equipara con los nazis y pide públicamente su erradicación de una forma que solo se puede describir como genocida. El lenguaje importa y las palabras pronunciadas con tanto odio desenfrenado pueden acarrear consecuencias muy trágicas y reales para la población ucraniana. Y quienes se atrevan a pronunciar tales palabras deben rendir las mismas cuentas que quienes aprieten el gatillo.
No odien a los odiadores
El ecosistema de desinformación pro-Kremlin también desplegó por completo su característica disonancia cognitiva al modernizar la campaña mediática #StopHatingRussians con un nuevo vídeo, en el que se lanzan acusaciones infundadas de intentos de Occidente de cancelar la cultura rusa. Resulta particularmente extraño hacer un llamamiento a que se ponga fin al odio por un lado, mientras se infunde por el otro. Además, los medios de desinformación controlados por el Estado ruso siempre han utilizado la «rusofobia» para justificar cualquier crítica u oposición occidental. Y, desde que el propio mentiroso en jefe se quejara de que la «cultura de la cancelación» persigue a todo lo ruso, el ecosistema de desinformación pro-Kremlin ha estado más que encantado de amplificar también este punto de vista.
Una victoria bañada en sangre y hambre
|
La promoción de esta «campaña», por lo menos en Twitter, parece más bien coordinada, puesto que las cuentas de la diplomacia rusa en la plataforma, incluida la del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, lideran la carga para conferir a estas afirmaciones cierta apariencia de credibilidad. Así las cosas, como las cuentas de la diplomacia rusa también han estado difundiendo descaradamente desinformación sobre la guerra rusa en Ucrania y Twitter decidió limitar la promoción de cuentas gubernamentales rusas, los divulgadores pro-Kremlin de la «rusofobia» también han intentado fingir legitimidad de otras maneras. El esfuerzo más reciente, que muestra una falta casi absoluta de integridad periodística, consistió en difundir el mencionado vídeo a través de cuentas falsas, que se hacían pasar por medios de comunicación occidentales legítimos y muy conocidos.
Encantados de mataros de hambre
Por último, el tema que todo el mundo tiene en mente en la actualidad (la inminente crisis alimentaria mundial) no ha pasado desapercibida en el ecosistema de desinformación pro-Kremlin. De hecho, el Kremlin ya había utilizado activamente sus herramientas de desinformación en un intento de conformar una narrativa mundial sobre este tema desde el principio. Ahora, puede que cada vez más conscientes de que no se puede embaucar tan fácilmente al mundo para que acepte las reivindicaciones de inocencia de Rusia, la maquinaria de desinformación controlada por el Estado ruso subió de revoluciones al desviar la culpa de poner a la población más vulnerable del mundo en riesgo de inanición y hambruna.
El equilibrismo de China en la guerra de Ucrania
|
Seamos muy claros: la capacidad de Ucrania, el cuarto mayor exportador de cereales del mundo, de cultivar, cosechar y suministrar cereales ha quedado interrumpida por una única cosa, la injustificable guerra de agresión de Rusia contra Ucrania iniciada el pasado mes de febrero. La seguridad alimentaria mundial ha quedado aún más menoscabada por el bloqueo ruso de los buques ucranianos que exportan cereales, el ataque y la destrucción de la infraestructura de transporte, incluido el bombardeo de terminales de transporte, y también el saqueo de las reservas de cereales ucranianas para su reventa en terceros países. Tener al mundo como rehén para justificar una guerra injustificable y la predisposición a privar de comida a gente inocente va más allá de lo abominable. Mientras el Kremlin tenga voluntad y esté dispuesto a cometer tales atrocidades sin sentido, desviar la culpa y difundir un discurso de odio, cualquier pretensión de humanitarismo ruso sonará falsa.
Más información: EUvsDisinfo – Comunicado de prensa
Deja una respuesta