En su intervención en la conferencia sobre ciberseguridad, el Comisario Cañete ha puesto de manifiesto que el sistema energético es una de las infraestructuras más grandes y complejas de Europa. También es uno de los activos más críticos para una sociedad moderna y como tal, la columna vertebral de sus actividades económicas, el bienestar y la estabilidad.
Actualmente, el sistema energético está cambiando, en términos de infraestructura y desarrollos del mercado. En particular, con la creciente participación de las fuentes de energía renovables, se está descentralizando, digitalizando y descarbonizando.
Tendencias clave
Una de las tendencias clave es que la proporción de electricidad en nuestro consumo aumentará en los próximos años y décadas y casi se duplicará para 2050. Esta es una de las lecciones de la estrategia de la Unión Europea a largo plazo.
En el paquete Energía limpia para todos los europeos con sus ocho actos legislativos diferentes, se han establecido un sentido de dirección claro y común con objetivos ambiciosos para 2030 para la eficiencia energética y las energías renovables.
Con la creciente participación de las energías renovables y la generación descentralizada, el grado de digitalización es cada vez mayor y avanza hacia redes más inteligentes conectándose a Internet de las cosas a través de dispositivos inteligentes.
Nuevos desafíos
Con todas sus ventajas, esta digitalización trae nuevos desafíos para el sector. Nuevos desafíos en términos de gestión de datos, pero en particular con respecto a la ciberseguridad. Informes recientes indican que los actores extranjeros supuestamente han estado investigando o incluso infiltrándose en las redes eléctricas de EE. UU., Rusia y Asia. La interrupción de la infraestructura eléctrica de una región podría causar apagones e interrumpir los mercados financieros, el transporte y más.
Cuando miramos al mundo energético del mañana, está claro que las revoluciones tecnológicas en curso ofrecen muchas oportunidades para un sistema más limpio y más participativo. Pero también debemos estar preparados para los nuevos riesgos para nuestra seguridad energética que esto conlleva, y debemos enfrentarlos juntos.
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