Las tecnologías digitales ofrecen vías para reducir los efectos negativos de la industria europea del transporte, como el acaparamiento de tierras, la fragmentación de hábitats, el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación acústica, los accidentes y el tiempo perdido en el tráfico. Sin embargo, estos beneficios dependen de cómo se apliquen las soluciones digitales y de cómo repercutan en la demanda total de transporte, según un reciente análisis de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). En otra sesión informativa sobre prospectiva se tratan con más detalle el teletrabajo y la sostenibilidad.
El informe publicado sobre transporte y medio ambiente de la AEMA se centra en la digitalización del sistema de movilidad europeo, que es un componente clave de la economía de la UE y satisface una amplia gama de necesidades sociales vitales. El objetivo del Pacto Verde Europeo es lograr una reducción del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte para 2050, pero hasta ahora ha demostrado ser uno de los sectores más difíciles de descarbonizar.
La transformación digital de la sociedad también está cambiando el funcionamiento del sistema de movilidad europeo y ofrece oportunidades para mejorar la sostenibilidad del sector. Según el análisis de la AEMA, la digitalización puede afectar a la eficiencia del transporte, las infraestructuras, las necesidades energéticas y las políticas, pero sus efectos son aún inciertos y dependen en gran medida de la evolución de la demanda de transporte. Hasta ahora, el crecimiento de la demanda de transporte ha contrarrestado las ganancias de eficiencia tecnológica, como el menor consumo de combustible.
Una clara oportunidad que ofrece la digitalización del sistema de movilidad es el volumen de nuevos datos e información que ofrece. Según el análisis de la AEMA, estos datos pueden utilizarse para elaborar políticas más eficaces y específicas, que pueden contribuir a un cambio hacia un sistema de movilidad más sostenible y justo. Además, se espera que la movilidad automatizada mejore la seguridad y la accesibilidad del transporte de pasajeros, y podría utilizarse para apoyar un cambio hacia la movilidad colectiva y compartida.
Sin embargo, la incertidumbre en torno a estos avances sigue siendo elevada y los menores costes logrados gracias a la automatización también podrían aumentar la demanda de transporte. Del mismo modo, las nuevas tecnologías pueden optimizar la logística, pero también pueden provocar un nuevo aumento de la demanda, lo que podría contrarrestar cualquier beneficio medioambiental, advierte el informe de la AEMA.
Transport and Environment Report 2022 |
Nueva sesión informativa: ¿Viajar al trabajo o trabajar desde casa?
Otro ejemplo de cómo la digitalización afecta a la movilidad es el teletrabajo, cuyo efecto medioambiental neto es aún incierto debido a los importantes efectos de rebote que puede tener.
Según un nuevo informe de la AEMA, «De los desplazamientos diarios de la oficina a los modelos de trabajo flexibles: teletrabajo y sostenibilidad», el trabajo híbrido podría, en principio, ayudar a reducir los desplazamientos, apoyar el abandono de los estilos de vida centrados en el automóvil e influir en la planificación urbana. Sin embargo, son necesarias políticas de apoyo para evitar efectos de rebote negativos o compensaciones que comprometan la sostenibilidad de los nuevos modelos de trabajo, afirma el informe de la AEMA.
El informe sobre teletrabajo y sostenibilidad forma parte de la labor de prospectiva de la AEMA, que utiliza la exploración del horizonte para identificar problemas emergentes que puedan afectar a los esfuerzos de sostenibilidad de Europa.
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