El Consejo adoptó conclusiones sobre el fortalecimiento de la protección de los ingresos mínimos en la UE con el fin de combatir la pobreza y la exclusión social durante y después de la pandemia COVID-19.
El Consejo reconoce que los regímenes de renta mínima contribuyen a la protección social de los grupos más desfavorecidos de la sociedad, incluidas las personas más afectadas por la crisis de COVID-19. También tienen un efecto estabilizador para la economía en su conjunto. El Consejo también reconoce que esos planes ayudan a la inclusión de las personas en el empleo y la sociedad.
Trabajar juntos
Las conclusiones invitan a los Estados miembros y a la Comisión a trabajar juntos para aplicar el Pilar Europeo de Derechos Sociales que destaca el principio de que toda persona que carezca de recursos suficientes tiene derecho a prestaciones de ingresos mínimos adecuados que garanticen la dignidad en todas las etapas de la vida.
Teniendo en cuenta que corresponde a los Estados miembros diseñar sus políticas de protección social, el Consejo les invita a no escatimar esfuerzos para garantizar que sus planes nacionales cumplan las recomendaciones de la UE y de la Organización Internacional del Trabajo y funcionen adecuadamente para contrarrestar las consecuencias negativas de la crisis de la COVID-19. Se pide a la Comisión que inicie una actualización del marco de la Unión para apoyar y complementar eficazmente las políticas de los Estados miembros en materia de protección del ingreso mínimo nacional.
Abordar las deficiencias
En las conclusiones también se invita a los Estados miembros y a la Comisión a que, de conformidad con sus competencias y los modelos de los mercados laborales nacionales, aborden las deficiencias en la protección del ingreso mínimo y utilicen de la mejor manera posible el apoyo de los fondos de la UE, como el Fondo Social Europeo Plus y el instrumento de recuperación de la UE de la próxima generación.
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