La Comisión adoptó el pasado 12 de diciembre una propuesta modificada de «Reglamento relativo a la facilitación de soluciones transfronterizas», a fin de ayudar a los Estados miembros a resolver los obstáculos que afectan la vida cotidiana de los ciento cincuenta millones de personas que viven en las regiones transfronterizas de Europa.
Los obstáculos a los que se enfrentan las personas, las empresas y las administraciones públicas en estas regiones incluyen diferentes normas técnicas o disposiciones administrativas y jurídicas nacionales que no tienen en cuenta la dimensión transfronteriza. Pueden afectar al desarrollo de la infraestructura y al funcionamiento de servicios públicos transfronterizos. Este tipo de obstáculos dificultan la vida de las comunidades transfronterizas, por ejemplo, limitando el acceso a servicios sanitarios (como los de urgencias) y reduciendo su capacidad para coordinar los esfuerzos de respuesta en caso de catástrofe y para colaborar en proyectos de infraestructura conjuntos, entre otras cosas.
El funcionamiento del mercado único de la UE mejoraría significativamente si se abordaran estos obstáculos. Un estudio financiado por la Comisión calcula que la eliminación del 20 % de los obstáculos jurídicos y administrativos existentes aumentaría el PIB en un 2 % en las regiones transfronterizas y crearía más de un millón de puestos de trabajo.
La Unión Europea adopta un visado digital para las personas que prevean viajar al Espacio Schengen
|
El Reglamento: significado en la práctica
La Comisión propone que los Estados miembros establezcan Puntos de Coordinación Transfronteriza, un nuevo servicio que evaluará las solicitudes presentadas por las partes interesadas fronterizas sobre posibles obstáculos y actuará como enlace entre ellas y las autoridades nacionales. El Reglamento garantiza que las partes interesadas reciban una respuesta tras la evaluación de cada solicitud, explicando cómo se tratará.
Si se observa que, efectivamente, existe un obstáculo y no hay ningún acuerdo de cooperación bilateral o internacional que pueda utilizarse para poner en práctica una solución, los Estados miembros podrán utilizar la herramienta de facilitación transfronteriza, un procedimiento voluntario normalizado diseñado para resolver los obstáculos administrativos y jurídicos en las regiones transfronterizas. Aunque todas las solicitudes deben recibir respuesta, la decisión de resolver o no un obstáculo sigue siendo prerrogativa de las autoridades nacionales competentes.
El Reglamento también propone establecer una red de Puntos de Coordinación Transfronteriza junto con la Comisión, a fin de crear un foro para el intercambio de mejores prácticas y de conocimientos.
Más información: Comunicado de prensa – Comisión Europea
Deja una respuesta