Tras un fuerte crecimiento del PIB real del 2,4% este año, se espera que la actividad económica se ralentice en 2024 hasta el 1,7%. Se prevé que la inflación general siga moderándose durante el periodo de previsión, aunque persisten los riesgos al alza. Si no se modifican las políticas, el déficit de las Administraciones Públicas se mantendrá ligeramente por encima del 3% del PIB en 2024, a pesar de la supresión gradual de las medidas destinadas a mitigar el impacto de los elevados precios de la energía. Se prevé que el ratio deuda/PIB disminuya gradualmente en 2023, impulsado por el fuerte crecimiento del PIB nominal, para estabilizarse en el 106,5% en 2024 y 2025.
Indicadores | 2023 | 2024 | 2025 |
---|---|---|---|
Crecimiento del PIB (%, interanual) | 2,4 | 1,7 | 2,0 |
Inflación (%, interanual) | 3,6 | 3,4 | 2,1 |
Desempleo (%) | 12,1 | 11,6 | 11,1 |
Saldo de las administraciones públicas (% del PIB) | -4,1 | -3,2 | -3,4 |
Deuda pública bruta (% del PIB) | 107,5 | 106,5 | 106,5 |
Saldo por cuenta corriente (% del PIB) | 1,9 | 1,7 | 1,5 |
Se prevé una moderación de la actividad económica
El PIB real registró una expansión del 0,6% en el primer trimestre y del 0,4% en el segundo trimestre de 2023, impulsado por la demanda externa y la demanda interna, respectivamente. Los datos preliminares del tercer trimestre apuntan a una ligera ralentización (0,3% intertrimestral), en línea con la desaceleración del crecimiento prevista para el segundo semestre. Ello es atribuible a la escasa dinámica de la demanda exterior, debida al menor impulso del sector turístico y a la peor situación económica de los principales socios comerciales de España. En el ámbito nacional, el descenso previsto de la actividad inmobiliaria en un entorno de tipos de interés elevados pesará negativamente sobre el crecimiento de la inversión. Además, la moderación prevista del crecimiento del empleo limitará el dinamismo del consumo hacia finales de año, a pesar de algunos aumentos de la renta real de los hogares.
En conjunto, se prevé que la actividad económica crezca un 2,4% en 2023, beneficiándose también de un fuerte arrastre desde 2022 y de una notable mejora de la relación de intercambio. La demanda interna será el principal motor del crecimiento en 2024, respaldada por nuevos aumentos de la renta real de los hogares y la continua relajación de las presiones sobre los precios. Además, se espera que la ampliación de la aplicación del PRR y la aceleración de los desembolsos a los beneficiarios finales contribuyan a sostener la inversión, especialmente en maquinaria y equipo. En consecuencia, se prevé una expansión del PIB del 1,7% en 2024, antes de acelerarse ligeramente hasta el 2,0% en 2025, cuando el impacto del componente de préstamo del FRR recientemente aprobado proporcionaría un nuevo estímulo al gasto favorable al crecimiento.
Los riesgos a la baja están relacionados con el impacto prolongado sobre la demanda del endurecimiento de las condiciones financieras, especialmente a la luz del elevado, aunque decreciente, nivel de deuda externa, pública y privada. Por otra parte, el aumento del poder adquisitivo de los hogares, así como la saneada situación financiera de los hogares y las sociedades no financieras gracias al menor apalancamiento y a la liquidez acumulada en los últimos años, podrían mitigar los vientos en contra del consumo y la inversión.
European Economic Forecast – Autumn 2023 |
Resiliencia del mercado laboral y disminución del desempleo
La creación sostenida de empleo y la reducción de la proporción de empleados temporales en el sector privado sustentan la resistencia del mercado laboral en 2023, a pesar de la ralentización del crecimiento del empleo observada desde el verano. La tasa de desempleo debería bajar al 12,1% en 2023, y seguir mejorando durante el horizonte de previsión, hasta el 11,6% y el 11,1% en 2024 y 2025, respectivamente. Se espera que el repunte de los salarios sea moderado y se ajuste a los umbrales establecidos en el acuerdo plurianual firmado el pasado mes de mayo, lo que no debería afectar significativamente a la competitividad de costes.
La inflación general se desacelerará gradualmente
Se espera que la inflación IPCA se reduzca al 3,6% en 2023, impulsada por la continua moderación del componente energético. Las presiones subyacentes sobre los precios no empezaron a mostrar signos de moderación hasta el tercer trimestre. En consecuencia, la inflación medida por el IAPC excluidos la energía y los alimentos se moderará más gradualmente durante el horizonte de previsión. Para el próximo año se prevé una nueva desaceleración de la inflación medida por el IAPC hasta el 3,4%, a pesar de la presión al alza ejercida por la esperada desaparición gradual de las medidas gubernamentales aplicadas en los últimos años para mitigar el impacto de los elevados precios de la energía. En 2025, la inflación IPCA se situará en una media del 2,1%.
El coste decreciente de las medidas energéticas impulsa la reducción del déficit en 2023 y 2024
Se prevé que el déficit de las administraciones públicas disminuya en 2023, pero de forma más gradual que en 2021-2022. Tras mostrar un crecimiento boyante durante varios trimestres, los ingresos tributarios muestran signos de moderación, a pesar de la solidez de los ingresos por IRPF. El principal motor de la moderación prevista en 2023 es un crecimiento de los ingresos tributarios indirectos inferior al previsto, reflejo de la desaceleración de la inflación de los bienes importados. Por el lado del gasto, el creciente coste de las pensiones, impulsado por la indexación a la inflación, y el consumo intermedio están impulsando el aumento del gasto corriente. Además, el Gobierno aprobó en mayo y junio otros dos paquetes de medidas (con un coste conjunto previsto de 2.700 millones de euros, es decir, el 0,2% del PIB) para mitigar el impacto de los elevados precios de la energía, que incluyen, entre otras cosas, una prórroga de la reducción del IVA para los alimentos básicos y ayudas directas a los sectores del transporte por carretera y marítimo. En 2023, se espera que el coste presupuestario neto estimado de estas medidas disminuya en 0,6 puntos porcentuales, hasta situarse en el 0,9% del PIB. Se espera que todas las medidas relacionadas con la energía (excepto la exacción sobre las empresas energéticas) expiren el 31 de diciembre de 2023. En conjunto, se espera que el déficit global se reduzca hasta el 4,1% del PIB en 2023.
Se espera que el déficit siga disminuyendo en 2024 hasta el 3,2% del PIB, sobre la base de políticas sin cambios, ya que aún no se ha presentado el presupuesto para el próximo año. Los ahorros derivados de la supresión progresiva de las medidas relacionadas con la energía serán el principal motor de la reducción del déficit en 2024. Se espera que el impacto presupuestario de medidas de ingresos tales como la tasa sobre las instituciones financieras o el impuesto de solidaridad sobre el patrimonio expiren a finales de 2024. Se prevé que el déficit en 2025 aumente ligeramente hasta el 3,4%. Se prevé que el ratio deuda/PIB continúe su senda descendente en 2023, disminuyendo hasta el 107,5%, para estabilizarse en 2024-2025 en el 106,5%, a medida que desaparezca el diferencial favorable entre el crecimiento del PIB nominal y el coste del servicio de la deuda.
Más información: Comisión Europea
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