Para mejorar la seguridad vial y la calidad del aire en toda la UE, la Comisión propone una revisión completa de las normas comunitarias de seguridad vial y matriculación de vehículos.
Las nuevas normas tendrán en cuenta la creciente presencia de vehículos eléctricos y se adaptarán a las tecnologías emergentes. Introducirán inspecciones mejoradas, incluidas inspecciones técnicas periódicas para los vehículos eléctricos y los sistemas avanzados de asistencia al conductor, inspecciones anuales para los coches y furgonetas más antiguos y métodos avanzados de ensayo de emisiones para detectar los vehículos de altas emisiones y reducir así la contaminación por partículas finas. Además, la Comisión propone introducir la matriculación digital de vehículos y certificados de inspección periódica, simplificar el intercambio transfronterizo de datos y proteger a los ciudadanos contra actividades fraudulentas como la manipulación de cuentakilómetros. También se facilitarán las inspecciones técnicas periódicas para quienes residan temporalmente en otro país de la UE.
Los cambios propuestos reflejan el compromiso de la UE con una movilidad segura y sostenible, garantizando al mismo tiempo la libre circulación de personas y mercancías. Se calcula que entre 2026 y 2050 estas propuestas salvarán alrededor de 7.000 vidas y evitarán unas 65.000 lesiones graves.
Para ello, la Comisión propone revisar tres directivas: la relativa a las inspecciones técnicas periódicas (ITP) de los vehículos, la de los documentos de matriculación de los vehículos y la de las inspecciones técnicas en carretera (ITE) de los vehículos industriales.
Retos de los vehículos inseguros y envejecidos
La propuesta del 24 de abril se centra en los vehículos inseguros, que contribuyen a colisiones, muertes y lesiones. Las normas actuales, actualizadas por última vez en 2014, deben estar a la altura de avances tecnológicos como los sistemas de asistencia al conductor y la creciente presencia de vehículos eléctricos en las carreteras. Además, los vehículos altamente contaminantes y ruidosos, aunque relativamente pocos, son responsables de una parte desproporcionada de las emisiones nocivas. La normativa actual no aborda suficientemente la contaminación atmosférica y acústica.
El envejecimiento del parque automovilístico también aumenta el riesgo de fraude en los cuentakilómetros (es decir, el hecho de hacerlos retroceder para que los vehículos parezcan tener menos kilometraje del que tienen). Combatir este fraude exige normas actualizadas. Los procedimientos anticuados y la no utilización de tecnología moderna dificultan la aplicación de la normativa y la cooperación transfronteriza.
Elementos clave de la nueva normativa
Entre las medidas que se propusieron figuran las siguientes:
- Adaptación de los ensayos a los nuevos vehículos: Inspecciones técnicas periódicas de los vehículos eléctricos y nuevos ensayos de los sistemas electrónicos de seguridad, incluida la comprobación de la integridad del software de los sistemas relevantes para la seguridad y las emisiones.
- Nuevos ensayos de emisiones: Detección de vehículos con emisiones elevadas, incluidos los manipulados, mediante métodos avanzados para partículas ultrafinas y NOx.
- Lucha contra el fraude: Registro de las lecturas de los cuentakilómetros en bases de datos nacionales para el intercambio transfronterizo del historial de cuentakilómetros.
- Inspecciones anuales: Para coches y furgonetas de más de diez años.
- Digitalización: expedición de certificados electrónicos de matriculación de vehículos y de inspecciones técnicas periódicas e intercambio de datos a través de una plataforma común para simplificar los trámites administrativos.
- Reconocimiento mutuo de los certificados de inspección técnica periódica: Garantizar el reconocimiento transfronterizo de las inspecciones técnicas periódicas de vehículos realizadas en otro Estado miembro durante seis meses.
- Mejora de la gobernanza de los datos: agilizar el acceso de los centros de inspección técnica a los datos técnicos de los vehículos.
Próximas etapas
Las propuestas serán examinadas ahora por el Parlamento Europeo y el Consejo con arreglo al procedimiento legislativo ordinario.
Una vez acordadas, la Comisión preparará los actos delegados y de ejecución necesarios para determinados aspectos de la aplicación de las normas.
Contexto
En su marco político de seguridad vial de la UE para 2021-2030, la Comisión volvió a comprometerse con su ambicioso objetivo de que en 2050 haya casi cero muertos y cero heridos graves en las carreteras de la UE («Visión Cero») y de reducir las muertes y los heridos graves en un 50 % para 2030. Las propuestas de hoy contribuirán a alcanzar estos objetivos y se anunciaron en la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente 2020 de la Comisión.
En marzo de 2025, la Comisión publicó las cifras más recientes sobre seguridad vial, según las cuales las muertes se están reduciendo gradualmente en toda la UE, pero los avances siguen siendo demasiado lentos.
La Comisión está aplicando un planteamiento de sistema seguro de conducción en la UE. Este Sistema Seguro exige una conducción segura, vehículos más seguros, infraestructuras más seguras, velocidades más bajas y una mejor atención tras el accidente.
Más información: Comisión Europea
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