Puede que las máquinas y productos digitales empáticos estén a la vuelta de la esquina gracias al proyecto financiado con fondos europeos TAWNY.
Actualmente, muchos productos y servicios inteligentes carecen de empatía para comprender a los humanos y se adaptan de forma automatizada a las necesidades y preferencias de los usuarios sin ninguna interacción explícita ni respuesta por parte del usuario. El proyecto TAWNY lleva las cosas un paso más allá e incorpora la inteligencia emocional de las interacciones humanas en dichos productos y servicios inteligentes. Regina Burgmayr, coordinadora del proyecto, explica: «El objetivo de TAWNY es el desarrollo de una inteligencia artificial emocional, denominada Emotion AI, que permita que las máquinas y productos digitales del mundo sean empáticos; es decir, que se adapten sin problemas y de forma dinámica a las necesidades y preferencias del usuario en todo momento».
Examen más detenido de la tecnología Emotion AI
La tecnología será capaz de detectar estos estados concretos midiendo, entre otras cosas, señales fisiológicas, como la frecuencia cardíaca y la resistencia de la piel, mediante dispositivos que se llevan en la muñeca y la ayuda del aprendizaje automático. Esta tecnología se ofrecerá como una plataforma de servicios de inteligencia artificial en la que otros desarrolladores puedan integrar fácilmente la inteligencia emocional en sus productos sin tener que trabajar directamente con datos psicológicos de bajo nivel.
Viabilidad técnica y económica
El estudio de viabilidad técnica reveló que, utilizando Emotion AI de TAWNY, se puede medir de forma automática el estado de flujo empleando las señales fisiológicas de unos dispositivos que se llevan en la muñeca. El proyecto logró demostrarlo calibrando y ajustando su tecnología Emotion AI para la detección del estado de flujo.
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