La llegada de migrantes y solicitantes de asilo a la UE en los últimos años ha puesto de manifiesto que se necesita una política más justa y efectiva.
Los flujos migratorios a la UE observados en 2015 y 2016 han disminuido. Sin embargo, Europa, debido a su posición geográfica y estabilidad, puede seguir siendo un destino recurrente para los solicitantes de asilo y los migrantes que viven conflictos internacionales e internos o se enfrantan al cambio climático y la pobreza.
La Unión necesita modernizar sus normas de asilo y el denominado «reglamento de Dublín» en particular para ser más eficaz cuando recibe a migrantes. La reforma debe garantizar una mayor solidaridad, así como un reparto más justo de las responsabilidades entre los países miembros.
Claves del sistema de asilo de la UE
La piedra angular del sistema de asilo de la UE es el reglamento de Dublín, que determina qué Estado miembro es responsable de tramitar las solicitudes de protección internacional. Hasta ahora debía encargarse el país de entrada a la Unión, lo que ponía en una situación delicada a los socios con frontera exterior.
El 6 de noviembre de 2017, el Parlamento Europeo confirmó su posición para que los Estados miembros lleguen a un acuerdo sobre la modernización del denominado “reglamento de Dublín»
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en 2018 se registraron 13,6 millones de nuevos desplazados por la fuerza debido a la persecución, el conflicto o la violencia. En total, existen 70,8 millones de desplazados en el mundo, el 85% de los cuales se encuentran en regiones en vías de desarrollo.
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