Este año, el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, celebrado el 9 de Agosto, fue dedicado a las lenguas de los pueblos indígenas. Alrededor de 5.000 de las 7.000 lenguas que se hablan en el mundo son indígenas, y una de ellas muere cada dos semanas. La UE invierte cada año 500 millones de euros en programas educativos para revitalizar estas antiguas herramientas de comunicación en 60 países de todo el mundo.
Según la ONU, una de estas lenguas muere cada 15 días. Eso significa toda una cosmovisión, posiblemente una cultura milenaria y un folclore transmitido de padre a hijo durante generaciones, perdido… perdido en el tiempo… «como lágrimas en la lluvia». En una declaración en nombre de la UE, en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, la Alta Representante Federica Mogherini señaló: «De las 7.000 lenguas que se hablan en el mundo, 5.000 son indígenas, y la mayoría de las 2.680 lenguas en peligro de extinción son indígenas. Esta es una de las consecuencias directas de la continua violación de los derechos de los pueblos indígenas a sus tierras, territorios y recursos tradicionales y a la libre determinación».
Sólo el 6% de la población mundial son indígenas -370 millones de personas viven en 90 países-, pero hablan el 71% de las lenguas vivas del mundo. Y están amenazados: se estima que más de la mitad de las lenguas existentes se extinguirán para el año 2100. Es por ello que este año el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, en vista del Año Internacional de las Lenguas Indígenas, pretende «resaltar la necesidad crítica de revitalizar, preservar y promover» estas herramientas de comunicación antiguas y minoritarias.
Las lenguas indígenas, las tradiciones orales y las literaturas están oficialmente protegidas en la UE. La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea prohíbe la discriminación basada en la lengua y subraya el derecho de los niños indígenas a practicar su propia lengua y cultura. Por supuesto, el multilingüismo es natural en un continente basado en la «unidad en la diversidad», donde, además de las 24 lenguas oficiales de la Unión, existen más de 60 lenguas regionales o minoritarias habladas por unos 40 millones de personas: Vasco, catalán, frisón, saami, galés y yiddish, entre otros.
Sin embargo, esto no siempre es así en otras regiones del mundo. Por ello, desde que la cuestión se incluyó en la agenda de la UE en 1997, la Unión se ha centrado en la protección de los 370 millones de personas que se definen a sí mismas como indígenas en todo el mundo. En 2007, la UE adoptó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, y ha sido prioritario integrar el apoyo a estas minorías en la aplicación por parte de la UE de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
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