La UE debe perfilar un modelo deportivo basado en la solidaridad, la inclusión, la competencia abierta y la equidad, según la resolución adoptada el martes por el PE.
Con 597 votos a favor, 36 en contra y 55 abstenciones, los eurodiputados apuestan por una cultura deportiva europea alineada con los valores de solidaridad, sostenibilidad, inclusión, competencia abierta, mérito deportivo y equidad de la Unión. Por eso, el PE se opone firmemente a las “competiciones escindidas”, como la Superliga de fútbol, que socavan los principios de inclusión y equidad y ponen en riesgo la estabilidad general del ecosistema deportivo.
Frente a proyectos que ponen en riesgo la estabilidad general del ecosistema deportivo, los eurodiputados han abogado por un equilibrio entre los intereses comerciales del deporte profesional y sus funciones sociales, reforzando los vínculos entre el deporte de base y el de élite.
Construir el modelo europeo desde la base
Los eurodiputados quieren lograr un equilibrio entre los intereses comerciales del deporte profesional y sus funciones sociales, reforzando los vínculos entre el deporte de base y el de elite. Asimismo, piden una mejor redistribución financiera, y proponen que las federaciones deportivas establezcan un mecanismo de solidaridad para garantizar la financiación adecuada del deporte aficionado y de base.
La Cámara insta a la Comisión y a los Estados miembros a hacer todo lo posible para animar a los ciudadanos de la UE, especialmente a los jóvenes de distintas procedencias, a incrementar su actividad física, con la ampliación del número de horas asignadas a la educación física en las escuelas, y mediante una red de embajadores del deporte.
Deporte seguro e igualitario
La resolución establece la necesidad de abordar la igualdad de género y el acoso en el deporte, en particular la disparidad de salarios y el escaso número de mujeres en puestos de dirección y consejos de administración. Por eso, los medios de comunicación europeos deberían ofrecer una mayor cobertura de una gama más amplia de deportes, especialmente de mujeres y jóvenes.
El texto también pide proteger a los niños de la discriminación y el acoso en el deporte, facilitando el acceso a la ayuda, el asesoramiento y la protección oportuna.
Además, las federaciones deportivas nacionales deben igualar las primas pagadas a hombres y mujeres, siguiendo el ejemplo de la Asociación de Fútbol de Irlanda (FAI).
Defender los derechos humanos y principios democráticos
El texto insta a las autoridades y a las federaciones y organizaciones deportivas a defender los derechos humanos y los principios democráticos en todas sus acciones, también a la hora de adjudicar la organización de grandes acontecimientos deportivos y al elegir patrocinadores. Los eurodiputados insisten en que los países cuyos gobiernos violan reiteradamente derechos y valores fundamentales no deberían poder albergar grandes acontecimientos deportivos.
Declaración del ponente
Tomasz Frankowski (PPE, Polonia), señaló: «El deporte tiene el poder extraordinario de unir a la gente, sin importar la raza, religión, género o estatus socioeconómico. Nos mantiene felices y saludables y nos permite aprender a lo largo de nuestras vidas. Además, tiene un peso importante en la economía -representa casi el 3% del PIB de la UE-, por lo que necesita más visibilidad y acción a nivel de la UE».
Frankowski pide a la Comisión que designe un coordinador de deportes, y ha concluido que el mayor reto actual es «promover el modelo de deporte europeo y protegerlo de amenazas como la Superliga».
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