La Comisión presentó ayer Due Diligence Ready!, un portal online que proporcionará a las empresas orientación sobre cómo comprobar el origen de los metales y minerales que entran en sus cadenas de suministro, el proceso denominado «de diligencia debida». Les ayudará a garantizar que el uso que hacen de las materias primas es un uso respetuoso de los derechos humanos, al tiempo que mejoran la transparencia y la rendición de cuentas a lo largo de sus cadenas de valor.
La comisaria Elżbieta Bieńkowska, responsable de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes, declaró: «El mercado registra actualmente un aumento de la demanda de abastecimiento sostenible para las materias primas. Las materias primas son un elemento esencial de nuevos sectores empresariales y tecnologías limpias, como las baterías de alta potencia, y las empresas deben garantizar que cada etapa de la cadena de valor se recorre de forma transparente, responsable y sostenible. Me congratulo de la puesta en marcha de Due Diligence Ready!, que ayudará a las empresas a elegir con mayor conocimiento de causa.»
Due Diligence Ready!
Due Diligence Ready! ayudará a las empresas en los siguientes aspectos:
- Mejorar su capacidad para ejercer la diligencia debida en el abastecimiento de minerales.
- Facilitar el cumplimiento del Reglamento de la UE sobre abastecimiento responsable de minerales.
- Responder a una demanda creciente del mercado por disponer de un abastecimiento de minerales responsable.
Contexto
Los recursos minerales tienen un gran potencial para nuestra economía, especialmente para sectores empresariales estratégicos, por ejemplo, las baterías, la informática de alto rendimiento o la microelectrónica. Sin embargo, cuando dichos minerales se extraen en zonas de conflicto o de alto riesgo, su extracción puede contribuir a que continúen los enfrentamientos violentos y las violaciones de los derechos humanos. Todo esto ha suscitado la preocupación de clientes, proveedores, legisladores, inversores, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos, que, cada vez con más frecuencia, piden a las empresas —incluidas las pequeñas y medianas— que demuestren que los minerales y metales que entran en sus cadenas de suministro no han contribuido a actividades que perjudiquen a las personas.
Deja una respuesta