La globalización crea oportunidades de trabajo, pero también puede provocar la pérdida de empleos. Gestionar la globalización para aprovecharla al máximo es una prioridad para la UE, al igual que construir una Europa social que ayude a los trabajadores despedidos a encontrar nuevos empleos.
La globalización crea oportunidades de trabajo en Europa
El número de empleos apoyados directa o indirectamente por las exportaciones de la UE fuera de la Unión está en continuo crecimiento. Aumentó de 21,7 millones de empleos en 2000 a 36 millones de empleos en 2017. Cada mil millones de exportaciones de la UE respaldan de media alrededor de 13.000 empleos de la UE.
Las oportunidades laborales no se limitan a las empresas exportadoras, sino que se extienden a las empresas que les suministran bienes y servicios.
Por ejemplo, en España, las exportaciones fuera de la UE respaldan 1,8 millones de empleos. Gracias al mercado único de la UE, 300.000 empleos españoles adicionales dependen de las exportaciones de otros países de la UE a países no pertenecientes a la UE. En total, 1 de cada 10 empleos en España depende de las exportaciones de la UE.
La proporción de trabajadores altamente cualificados en trabajos relacionados con la exportación está aumentando y los trabajos relacionados con las exportaciones están de media un 12% mejor remunerados que otros trabajos.
El impacto negativo de la globalización en el empleo
La globalización genera una mayor competencia entre las empresas, lo que puede motivar cierres, deslocalizaciones y pérdida de empleos.
Los sectores más vulnerables de la UE suelen ser aquellos que se sostienen en puestos que requieren poca cualificación como las industrias textiles, de ropa, calzado y cuero, o el tratamiento de metales básicos y productos metálicos fabricados y las industrias manufactureras.
Las industrias manufactureras están más expuestas a la deslocalización hacia países con mano de obra barata. Si bien la deslocalización es un elemento central del debate sobre la globalización, los datos muestran que la cantidad de pérdidas de empleos debido a la deslocalización en la UE está disminuyendo. Las tendencias de deslocalización están cambiando y ahora ocurre más en los países de Europa del Este que en los Estados miembros del oeste. Los países de destino están en el norte de África y Asia.
Si bien los resultados generales de la liberalización del comercio internacional son positivos, algunos sectores se ven muy afectados y la duración del período de ajuste que necesitan los trabajadores para reubicarse en otros sectores puede reducir considerablemente los beneficios iniciales.
El Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG)
Para reducir el impacto negativo de la globalización y disminuir el desempleo, la UE creó el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización en 2006. Su objetivo es brindar apoyo a los trabajadores despedidos que perdieron sus empleos debido a la globalización.
Este fondo solidario de emergencia cofinancia hasta el 60% de las políticas laborales para volver a contratar trabajadores o crear empresas. Los proyectos financiados por FEAG implican educación y formación, asesoramiento profesional, ayuda para buscar trabajo, tutoría y creación de empresas.
En 2009, el fondo se amplió para cubrir las pérdidas de empleo resultantes de los principales cambios estructurales provocados por la crisis económica y financiera.
El fondo se puede usar cuando más de 500 trabajadores han sido despedidos por una sola compañía y sus proveedores, o bien cuando un gran número de trabajadores pierden sus empleos en un sector específico en una o más regiones vecinas. Desde 2007, el FEAG ha dedicado 630 millones de euros a ayudar a alrededor de 150.000 trabajadores despedidos y 3.369 jóvenes.
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