Los EE.UU. han anunciado que a partir del 1 de junio de 2018 impondrán derechos adicionales del 25 % y el 10 %, respectivamente, sobre las importaciones de acero y de aluminio procedentes de la UE.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha declarado: «Esta decisión me preocupa. En opinión de la UE, estos aranceles unilaterales de los EE.UU. no están justificados y son contrarios a las normas de la Organización Mundial del Comercio. Estamos ante un acto de puro y simple proteccionismo. Durante estos últimos meses hemos estado continuamente en contacto con los EE.UU. a todos los niveles posibles para buscar una solución conjunta al problema de exceso de capacidad que tiene el sector del acero. La raíz del problema sigue siendo dicho exceso de capacidad, del que la UE no es causante, sino también víctima. Por eso estamos decididos a cooperar con nuestros socios para buscar soluciones estructurales. También hemos señalado reiteradamente nuestra disponibilidad para debatir formas de mejorar las relaciones comerciales bilaterales con los EE.UU. , pero hemos dejado igualmente claro que la UE no negociará bajo amenaza. Al dirigir su actuación contra quienes no son responsables del exceso de capacidad, los EE.UU. están haciendo el juego a los que sí lo son. Los EE.UU. no nos dejan ahora más opción que recurrir a un procedimiento de solución de diferencias en la OMC e imponer, por nuestra parte, derechos adicionales a una serie de importaciones procedentes de este país. Vamos a defender los intereses de la Unión en pleno cumplimiento del Derecho internacional sobre comercio.»
Contexto
Las medidas de los EE.UU. afectan a exportaciones de la UE que alcanzaron un valor de 6 400 millones de euros en 2017. Durante los últimos meses la UE ha intentado evitar que se llegue a la situación en la que nos encontramos hoy, pero, al mismo tiempo, también se ha estado preparando para ella y, por lo tanto, está lista para reaccionar antes las restricciones comerciales de los EE.UU. sobre el acero y el aluminio con celeridad y firmeza, de forma proporcionada y plenamente compatible con la OMC.
El 1 de junio, la UE iniciará las acciones legales contra los EE.UU. en la OMC. Así lo decidió el Colegio de Comisarios el 29 de mayo y ese mismo día se consultó a los Estados miembros. El principal objetivo de las medidas estadounidenses es proteger la industria nacional estadounidense de la competencia de las importaciones, lo que claramente está en contra de las normas de la OMC. Además del procedimiento de solución de diferencias iniciado en la OMC contra las medidas de los EE.UU., también hemos coordinado nuestra actuación en este asunto con otros socios también afectados.
En lo que se refiere a las medidas arancelarias de los EE.UU., la UE hará uso de la posibilidad ofrecida por la normativa de la OMC de restablecer el equilibrio gravando con derechos adicionales toda una serie de productos estadounidenses. El nivel de los aranceles aplicados reflejará el perjuicio causado a los productos de la UE por las nuevas restricciones comerciales de los EE.UU. La lista de productos ya está lista; se ha elaborado tras consultar a las partes interesadas europeas y cuenta con el apoyo de los Estados miembros. El 18 de mayo la UE notificó a la OMC la posible operación de reequilibrio y, con arreglo a las normas de la Organización, podría iniciar las medidas treinta días después. Ahora, la Comisión, en coordinación con los Estados miembros, procederá a adoptar la decisión formal de proseguir con la operación de reequilibrio.
La Comisión está decidida a proteger los mercados del acero y el aluminio de la UE del perjuicio causado por las importaciones adicionales que pudiesen llegar a la UE a consecuencia del cierre del mercado estadounidense. El 26 de marzo se inició una investigación con vistas a la posible imposición de medidas de salvaguardia sobre el acero. La Comisión dispone de nueve meses para decidir si las medidas de salvaguardia son necesarias, aunque se podría tomar una decisión mucho antes si la investigación confirma que es necesario actuar con rapidez. La Comisión también ha puesto en marcha un sistema de vigilancia de las importaciones de aluminio, con el fin de estar preparada si es preciso actuar en este sector.
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