Los eurodiputados denuncian las “condiciones deplorables” en centros de internamiento de inmigrantes en EEUU, que carecen de una atención sanitaria adecuada, de alimentos dignos y de servicios de saneamiento adecuados, e insisten en que las autoridades deben garantizar a los recién llegados los derechos humanos, la seguridad y el acceso a los procedimientos de asilo.
El texto fue aprobado con 330 votos a favor, 252 en contra y 55 abstenciones.
Acabar con la separación de familias
La Cámara hace hincapié en que la separación de las familias puede provocar traumas sistemáticos en los niños y sus familiares más allegados y lamenta que el Gobierno de Trump lo use para disuadir a las personas que buscan seguridad. Los eurodiputados piden que se suspenda esta práctica y que, con carácter urgente, todos los niños separados de sus padres o tutores sean devueltos a sus familias.
Respeto del derecho de asilo
La resolución pide a Washington que revise todas las políticas y prácticas actuales en materia de migración que violan el Derecho internacional en materia de derechos humanos, incluido el derecho fundamental a solicitar asilo, el principio de no devolución y el derecho a la dignidad humana.
Las autoridades deben garantizar a todos los detenidos el acceso a derechos básicos como el derecho al agua, alimentos, salud y alojamiento y buscar alternativas a la detención de los migrantes y solicitantes de asilo, sean niños o adultos.
El pleno también lamenta las redadas iniciadas por las autoridades de inmigración estadounidenses, que afectan a migrantes sobre todo de América Central, y recalca que “responder a los flujos migratorios con la represión y la penalización favorece la xenofobia, el odio y la violencia”.
Los eurodiputados también se declaran preocupados por los cambios introducidos recientemente en las políticas migratorias por las autoridades mexicanas y piden al Gobierno del país que respete las normas internacionales y el Derecho en materia de derechos humanos al abordar la cuestión migratoria.
El Parlamento apuesta por la cooperación entre los países de origen, tránsito y destino para afrontar el desafío que supone la migración y reitera su pleno apoyo al desarrollo y la aplicación de los pactos de la ONU sobre refugiados y para una migración segura, ordenada y regular.
No a las amenazas arancelarias
El PE subraya que la coerción económica y la amenaza de aranceles punitivos son contraproducentes y no resultan adecuadas para contribuir a que los países soberanos encuentren soluciones constructivas y sostenibles a desafíos políticos como la migración.
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