El Consejo ha dado luz verde definitiva a una Directiva revisada de la UE sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas. La Directiva revisada amplía el ámbito de aplicación a las aglomeraciones más pequeñas, abarca más contaminantes, incluidos los microcontaminantes, y contribuye a la neutralidad energética.
La nueva normativa es uno de los principales resultados del Plan de Acción de Contaminación Cero de la UE.
Más aglomeraciones y más contaminantes cubiertos
Según la Directiva revisada, los Estados miembros deben recoger y tratar las aguas residuales de todas las aglomeraciones de más de 1 000 equivalentes habitante -medida utilizada para calcular la contaminación de las aguas residuales urbanas- de acuerdo con las normas mínimas de la UE (en lugar del umbral de 2 000 equivalentes habitante fijado en la normativa anterior).
Para combatir mejor la contaminación y evitar los vertidos de aguas residuales urbanas no tratadas al medio ambiente, todas las aglomeraciones de entre 1 000 y 2 000 equivalentes habitante deben disponer de sistemas colectores y todas las fuentes de aguas residuales domésticas deben estar conectadas a estos sistemas antes de 2035.
Para estas aglomeraciones, en 2035 los Estados miembros tendrán que eliminar la materia orgánica biodegradable de las aguas residuales urbanas (tratamiento secundario) antes de verterlas al medio ambiente. Se aplicarán excepciones a los Estados miembros en los que la cobertura de los sistemas colectores sea muy baja y, por tanto, requiera inversiones importantes. Los Estados miembros que se han adherido a la UE más recientemente y ya han realizado inversiones significativas para aplicar la Directiva actual (es decir, Rumanía, Bulgaria y Croacia) también pueden acogerse a excepciones.
Para 2039, la eliminación de nitrógeno y fósforo (tratamiento terciario) será obligatoria para las depuradoras de aguas residuales urbanas con una carga igual o superior a 150 000 equivalentes habitante. Para esas plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas, en 2045 los Estados miembros tendrán que aplicar un tratamiento adicional para eliminar los microcontaminantes, conocido como tratamiento cuaternario.
Microcontaminantes
Los productores de productos farmacéuticos y cosméticos -principal fuente de microcontaminantes en las aguas residuales urbanas- deberán contribuir con un mínimo del 80% de los costes adicionales del tratamiento cuaternario, mediante un régimen de responsabilidad ampliada del productor (RAP ) y de acuerdo con el principio de «quien contamina paga».
Hacia la neutralidad energética
El sector del tratamiento de aguas residuales urbanas podría desempeñar un papel importante en la reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudar a la UE a alcanzar su objetivo de neutralidad climática. Las nuevas normas introducen un objetivo de neutralidad energética , lo que significa que para 2045 las depuradoras de aguas residuales urbanas que traten una carga igual o superior a 10.000 equivalentes habitante tendrán que utilizar energía procedente de fuentes renovables generada por las respectivas depuradoras.
Próximos pasos
Esta adopción formal marca hoy la última etapa del procedimiento legislativo ordinario.
La Directiva se firmará y publicará en el Diario Oficial de la UE. Entrará en vigor a los 20 días de su publicación.
Los Estados miembros dispondrán de 31 meses para adaptar su legislación nacional a las nuevas normas («transposición de la Directiva»).
Antecedentes
La directiva sobre tratamiento de aguas residuales urbanas se adoptó en 1991. El objetivo de esta directiva era «proteger el medio ambiente de los efectos adversos de los vertidos de aguas residuales de origen urbano y de determinadas industrias».
La Comisión llevó a cabo una evaluación de la directiva en 2019. La evaluación confirmó que la directiva anterior había demostrado ser muy eficaz para reducir la contaminación del agua y mejorar el tratamiento de los vertidos de aguas residuales en las últimas tres décadas.
Sin embargo, también puso de manifiesto que seguían existiendo fuentes de contaminación que las normas vigentes aún no abordaban adecuadamente. Entre ellas figuraba la contaminación procedente de aglomeraciones más pequeñas y un amplio espectro de microcontaminantes nocivos. Además, la evaluación puso de relieve que el sector de las aguas residuales urbanas es uno de los mayores consumidores de energía del sector público.
La Comisión presentó su propuesta de Directiva revisada el 26 de octubre de 2022. Los dos colegisladores llegaron a un acuerdo sobre la forma final del texto el 29 de enero de 2024.
Para más información: Consejo Europeo
Deja una respuesta