La Evaluación de la Amenaza de la Delincuencia Organizada y Grave en la UE (EU-SOCTA) 2025 de Europol, publicada el pasado 18 de marzo, reveló cómo está cambiando el ADN mismo de la delincuencia, remodelando las tácticas, herramientas y estructuras empleadas por las redes delictivas.
La EU-SOCTA ofrece uno de los análisis más exhaustivos realizados sobre las amenazas que plantea la delincuencia organizada grave para la seguridad interior de la UE. Basado en información procedente de los Estados miembros de la UE y de las fuerzas de seguridad internacionales, este informe no sólo analiza la situación actual de la delincuencia organizada, sino que anticipa las amenazas del mañana, proporcionando una hoja de ruta para que las fuerzas de seguridad y los responsables políticos de Europa se mantengan a la vanguardia de una delincuencia organizada en constante evolución.
Y ha evolucionado. La última EU-SOCTA revela que el ADN de la delincuencia organizada está cambiando radicalmente, lo que la hace más arraigada y desestabilizadora que nunca.
Un ADN cambiante: cómo está mutando la delincuencia organizada
Al igual que el ADN da forma al modelo de la vida, el modelo de la delincuencia organizada se está reescribiendo. La delincuencia organizada, que ya no se rige por las estructuras tradicionales, se ha adaptado a un mundo marcado por la inestabilidad global, la digitalización y las nuevas tecnologías.
La EU-SOCTA identifica tres características definitorias del panorama actual de la delincuencia grave y organizada:
1. La delincuencia es cada vez más desestabilizadora
La delincuencia grave y organizada ya no es sólo una amenaza para la seguridad pública, sino que afecta a los cimientos mismos de las instituciones y la sociedad de la UE. Las propiedades y efectos desestabilizadores de la delincuencia grave y organizada pueden observarse en dos frentes:
- Internamente, a través del blanqueo o la reinversión de ingresos ilícitos, la corrupción, la violencia y la explotación criminal de jóvenes delincuentes;
- Externamente, con redes delictivas que operan cada vez más como apoderados al servicio de actores de amenazas híbridas, una cooperación que se refuerza mutuamente.
2. La delincuencia se alimenta en Internet
Las infraestructuras digitales impulsan las operaciones delictivas, permitiendo que las actividades ilícitas aumenten y se adapten a una velocidad sin precedentes.
Casi todas las formas de delincuencia grave y organizada tienen una huella digital, ya sea como herramienta, objetivo o facilitador. Desde el ciberfraude y el ransomware hasta el tráfico de drogas y el blanqueo de dinero, Internet se ha convertido en el principal escenario de la delincuencia organizada. Las redes delictivas explotan cada vez más la infraestructura digital para ocultar sus actividades a las fuerzas de seguridad, mientras que los datos surgen como la nueva moneda de poder, robada, comercializada y explotada por los actores delictivos.
3. La IA y las tecnologías emergentes aceleran la delincuencia
La inteligencia artificial está transformando radicalmente el panorama de la delincuencia organizada. Los delincuentes explotan rápidamente las nuevas tecnologías, utilizándolas como catalizador de la delincuencia y como motor de la eficacia. Las mismas cualidades que hacen revolucionaria a la IA -accesibilidad, adaptabilidad y sofisticación- también la convierten en una poderosa herramienta para las redes delictivas. Estas tecnologías automatizan y amplían las operaciones delictivas, haciéndolas más escalables y difíciles de detectar.
Las amenazas que más crecen
Este ADN delictivo en evolución está integrado en las amenazas a la seguridad más acuciantes identificadas en el informe EU-SOCTA 2025. El informe destaca siete ámbitos clave en los que las redes delictivas se están volviendo más sofisticadas y peligrosas:
- Ciberataques, principalmente ransomware, pero cada vez más ataques dirigidos a infraestructuras críticas, gobiernos, empresas y particulares, a menudo con objetivos alineados con el Estado.
- Esquemas de fraude en línea, cada vez más impulsados por la ingeniería social impulsada por IA y el acceso a grandes cantidades de datos, incluida la información personal robada.
- Explotación sexual infantil en línea, con IA generativa que produce material de abuso sexual infantil y facilita la captación de menores en línea.
- Tráfico de inmigrantes, con redes que cobran tarifas exorbitantes y muestran un desprecio absoluto por la dignidad humana, aprovechando las crisis geopolíticas.
- El tráfico de drogas, un mercado en diversificación con rutas y modus operandi cambiantes y la posible propagación de la violencia y la captación de jóvenes en toda la UE.
- Tráfico de armas de fuego, en expansión debido a los avances tecnológicos, los mercados en línea y la disponibilidad de armas en Europa.
- Delitos relacionados con los residuos, un sector a menudo ignorado pero lucrativo en el que los delincuentes explotan empresas legítimas, con grave impacto en el medio ambiente.
Aunque algunas amenazas se desarrollan en el mundo físico, los elementos de cada proceso delictivo se mueven cada vez más en línea, desde la contratación y la comunicación hasta los sistemas de pago y la automatización impulsada por la inteligencia artificial.
Incumplimiento del código penal
Las principales amenazas delictivas identificadas en la EU-SOCTA 2025 comparten elementos comunes de refuerzo que las sustentan y amplifican de diferentes maneras. Para hacer frente a estas amenazas con eficacia, las fuerzas y cuerpos de seguridad deben tener en cuenta estos elementos transversales a la hora de diseñar estrategias de lucha contra la delincuencia grave y organizada.
El ADN de la delincuencia grave y organizada está fuertemente arraigado en la forma en que operan las redes delictivas, ya que encuentran oportunidades para actuar como apoderados de agentes de amenazas híbridas en el ámbito en línea y utilizan la IA y la tecnología con fines delictivos. Además, las redes delictivas operan a través de las fronteras o incluso desde el interior de las prisiones, adaptando sus tácticas en beneficio de sus operaciones.
Las finanzas de la delincuencia y los métodos de blanqueo de capitales siguen evolucionando, y los ingresos ilícitos se canalizan cada vez más hacia un sistema financiero paralelo diseñado para proteger y aumentar la riqueza de los delincuentes. Las plataformas digitales y las tecnologías emergentes como blockchain facilitan este sistema, haciéndolo más resistente a las perturbaciones.
La corrupción sigue siendo uno de los factores más insidiosos de la delincuencia organizada y facilita las actividades ilícitas en todos los sectores. Se ha adaptado a la era digital, y los delincuentes se dirigen cada vez más a personas que tienen acceso a sistemas digitales críticos y utilizan tácticas de captación digital para ampliar su alcance.
La violencia relacionada con la delincuencia organizada se está intensificando en varios Estados miembros y se extiende a la sociedad en general. Esta violencia se mueve con los mercados delictivos propensos a la competencia y el conflicto, y está moldeada por ellos. Además, se alimenta de herramientas de comunicación encriptadas y plataformas en línea que facilitan la captación, la extorsión y la coordinación sin fronteras.
La explotación delictiva de jóvenes delincuentes no sólo desgarra el tejido social, sino que también sirve de capa protectora para los líderes criminales, protegiendo a los que están en la cúspide de la identificación o el enjuiciamiento.
Estas tácticas de refuerzo permiten a las redes delictivas expandirse, maximizar sus beneficios y reforzar su resistencia, creando un ciclo que se autoperpetúa. Para romper este ciclo es necesario que las fuerzas del orden integren estrategias dirigidas tanto a los principales mercados delictivos como a los mecanismos subyacentes que los sustentan.
Más información: Europol
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