El Consejo ha adoptado hoy una Recomendación por la que se modifica la Recomendación sobre un enfoque coordinado de la restricción de la libre circulación en respuesta a la pandemia de COVID-19.
Con arreglo a la recomendación actualizada, se añade un nuevo color (rojo oscuro) a las categorías existentes (verde, naranja, rojo y gris) en el mapa semanal publicado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (CEPCE). Este color indicará las zonas en que el virus circula a niveles muy elevados, en particular debido a variantes preocupantes más infecciosas. Se definen como zonas en las que el índice acumulado de notificación de casos de COVID-19 en los últimos catorce días es igual o superior a 500 por cada 100 000 habitantes.
Los Estados miembros deben desaconsejar todos los viajes no esenciales a zonas de color rojo y rojo oscuro, tratando al mismo tiempo de evitar perturbaciones en los viajes esenciales.
Los Estados miembros deben exigir a las personas que viajen desde una zona clasificada como rojo oscuro:
‑ que se sometan a una prueba de detección de la COVID-19 antes de su llegada;
‑ que se sometan a cuarentena o autoaislamiento.
Pueden aplicarse medidas similares a las zonas con una alta prevalencia de variantes preocupantes.
Dado el aumento de la capacidad de realización de pruebas de diagnóstico de la COVID-19, también se modifica la Recomendación para dar a los Estados miembros la opción de exigir a los viajeros procedentes de las zonas clasificadas como naranja, rojo y gris que se sometan a una prueba antes de la salida.
Los trabajadores del transporte y los proveedores de servicios de transporte no deben estar obligados, en principio, a someterse a una prueba de detección. Cuando un Estado miembro les exija que se sometan a una prueba, deben utilizarse pruebas de detección rápida de antígenos.
No se exigirá prueba de detección, cuarentena ni autoaislamiento a las personas que viven en regiones fronterizas y cruzan la frontera a diario o con frecuencia, por ejemplo por motivos de trabajo, de estudio o familiares. Si se introduce un requisito de realización de pruebas, la frecuencia con que se realicen las mismas a dichas personas debe ser proporcionada.
Estas medidas actualizadas son una respuesta coordinada al aumento de las infecciones y a los riesgos que plantean las nuevas variantes más transmisibles del virus dentro y fuera de la UE. Siguen la recomendación del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (CEPCE) de evitar desplazamientos no esenciales, con el fin de ralentizar la importación y la propagación de las nuevas variantes preocupantes.
Actuando de manera coordinada, los Estados miembros pretenden evitar el restablecimiento de los controles en las fronteras interiores y garantizar que la libre circulación de bienes y servicios no se vea perturbada.
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