Comunicado del Comité Económico y Social Europeo
El brote de COVID-19 se ha convertido en una emergencia que avanza rápidamente, las cifras y medidas cambian constantemente en toda Europa y el mundo, afectando a todos los niveles de la sociedad.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad mundial no se ha enfrentado a una crisis tan dramática. Ningún gobierno en Europa o en cualquier otro lugar puede pretender resolver tal pandemia por sí solo. Todos los Estados miembros deben unirse, apoyarse mutuamente y coordinar una acción coordinada. Un enfoque fragmentario por parte de cada uno de los Estados Miembros es la receta segura para el desastre. Si nos equivocamos, puede que no tengamos otra oportunidad de hacerlo bien.
Aunque nos dirigimos a quienes se han visto directamente afectados por la pandemia, queremos rendir homenaje a las numerosas personas, no sólo del sector de la salud, que están luchando contra el COVID-19, mostrando su valor y un increíble sentido de la responsabilidad. Hay que apoyar y elogiar sus esfuerzos, garantizando al mismo tiempo medidas de salud y seguridad para todos ellos.
Las instituciones de la Unión Europea deben garantizar la distribución equitativa del equipo médico en todos los Estados miembros afectados. El brote de Covid-19 demuestra lo urgente y fundamental que es fortalecer un sistema de salud pública universal y solidario para garantizar el acceso a los servicios de salud a todos los ciudadanos.
Pero la solidaridad tiene que reforzarse a todos los niveles. Los ciudadanos de la Unión Europea necesitan medidas concretas que permitan dar una respuesta urgente, coordinada y común para reducir la propagación del virus. Contener el virus tanto como sea posible evitará una sobrecarga de nuestros sistemas sanitarios nacionales, al tiempo que se ganará tiempo para el desarrollo de una vacuna y posibles tratamientos.
Celebramos el primer paquete de medidas que la Comisión Europea está poniendo en marcha para luchar contra el COVID-19, es un primer paso conjunto en la dirección correcta. Damos nuestro apoyo al procedimiento urgente de aprobación unánime por el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo en los próximos días, para permitir una rápida implementación.
Sabemos por experiencia que la política monetaria no basta y que las medidas nacionales no son suficientes. Actuar rápidamente y actuar juntos es la única respuesta efectiva a una crisis que nos afecta a todos.
Esta crisis exige un cambio en nuestro modus operandi: debe ser una oportunidad para mostrar solidaridad, coordinación y acción. Esto es una prueba para la unidad europea. Ahora es el momento de demostrar si somos una verdadera Unión o no.
El CESE pide que haya coordinación y coherencia política a nivel europeo. Las situaciones excepcionales requieren de medidas excepcionales.
La UE debe garantizar primero todo el suministro necesario a nuestros sistemas de salud, preservando la integridad del Mercado Único, y proporcionar una coordinación adecuada para apoyar la acción directa de los Estados miembros para contener y luchar contra la pandemia.
Necesitamos de un paquete integral de medidas de emergencia a través del cual la Unión Europea se responsabilice de una parte significativa del esfuerzo general de esta emergencia. Para ello habría que encontrar los medios para liberar decenas de miles de millones de euros de los recursos de la UE, a pesar de las limitaciones que existen en el uso del presupuesto de la UE.
Además, cuando fuera necesario, las bolsas de valores deberían ser protegidas y la tasa de interés principal del BCE debería disminuir al 0% (o menos) como se ha hecho en Estados Unidos. El BCE debe estar listo para extender el Quantitative Easing, y los bancos deben prestar a los Estados miembros de la Eurozona al 0% o menos, si fuera necesario.
Las medidas de política fiscal y monetaria tienen que ser diferentes ahora de lo que serían en un descenso cíclico normal.
Todos los gobiernos deberían ser capaces de desplegar las medidas necesarias, independientemente de su nivel de deuda actual.
Una regla de oro es necesaria para eximir de las normas fiscales a nivel de la UE a todos los gastos que se necesitan ahora para superar la situación actual y volver a poner la economía europea lo más rápido posible en el buen camino.
En las circunstancias actuales, y como ya anunció la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros debería dictaminar formalmente que todos los gastos públicos adicionales temporales de cualquier Estado miembro, causados por el estallido de la crisis sanitaria, se deducirán del gasto público de 2020 y del déficit público correspondiente para evaluar el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) por parte de los Estados miembros.
Las instituciones de la Unión Europea y los Estados miembros deberían proponer políticas claras para apoyar a las empresas a fin de que puedan mantener el nivel de empleo actual y garantizar que los ciudadanos puedan volver a sus puestos de trabajo después de que haya pasado la pandemia y, si fuese necesario, se deberían adoptar medidas y políticas transitorias.
La participación de los interlocutores sociales a nivel de la Unión Europea es absolutamente necesaria, como ya lo han hecho acertadamente algunos Estados Miembros.
El apoyo financiero procedente de la UE y de los Estados miembros debe ayudar a todas las empresas, incluidas las pymes y las empresas de nueva creación, y a todos los trabajadores, tanto a los que tienen empleos precarios como a los autónomos.
Los Jefes de Estado y de Gobierno deben actuar por fin para adoptar un MFP ambicioso, que debe ser coherente con las expectativas de los ciudadanos, con las directrices políticas de la Comisión Europea y con los compromisos del Consejo y el Parlamento de la UE, pero también adaptado a esta crisis sistémica sin precedentes. La aplicación del Pacto Verde Europeo seguirá siendo la receta ganadora para acelerar la necesaria transición económica, social y ecológica, una vez pasada esta urgencia.
Son tiempos excepcionales que requieren de una acción determinante. La integridad de Europa depende de ello. El mayor error sería reaccionar con un enfoque «business as usual» o de manera poco entusiasta.
En representación de la sociedad civil europea, el CESE apoya plenamente a la presidenta Ursula von der Leyen que, con razón, dijo: «haremos todo lo necesario para apoyar a los europeos y a la economía europea».
Sólo la Europa más unida y eficiente puede hacer frente a las diferentes crisis y apoyar a sus pueblos y economías.
#Whateverittakes
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