La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria está vigilando de cerca la situación relativa al brote de la enfermedad coronavirus (COVID-19) que está afectando a un gran número de países en todo el mundo. Actualmente no hay pruebas de que los alimentos sean una fuente o vía de transmisión probable del virus.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) ha dicho que, si bien los animales de China fueron la fuente probable de la infección inicial, el virus se está propagando de persona a persona, principalmente a través de las gotitas respiratorias que las personas estornudan, tosen o exhalan. Más información sobre el coronavirus y los alimentos se puede encontrar en esta FAQ del BfR, el organismo alemán de evaluación de riesgos.
Los científicos y las autoridades de todo el mundo están monitoreando la propagación del virus y no ha habido ningún informe de transmisión a través de los alimentos. Por esta razón, la AESA no participa actualmente en la respuesta a los brotes de COVID-19. Sin embargo, se está vigilando la literatura científica en busca de información nueva y relevante.
Reducir las posibilidades de contagio – medidas en la sede de la AESA
La AESA tiene su sede en Parma, en el norte de Italia, que es una de las zonas actualmente sujetas a restricciones de emergencia de movimiento impuestas por el gobierno italiano. Desde la última semana de febrero, se han adoptado una serie de medidas en línea con el asesoramiento de las autoridades italianas.
Se ha introducido el teletrabajo para la mayoría del nuestro personal y tele-reuniones con expertos y socios, mientras que los eventos, viajes del personal y visitas públicas a las instalaciones de la AESA han sido canceladas hasta al menos el 8 de abril. Estas medidas se están revisando constantemente a la luz de la nueva información.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (CEPCE) actualiza continuamente la información sobre las evaluaciones de los brotes y los riesgos que utilizan los Estados miembros de la UE y la Comisión Europea en sus actividades de respuesta y la Organización Mundial de la Salud está coordinando los esfuerzos mundiales.
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