La UE y Japón han celebrado, al margen de la reunión ministerial sobre comercio del G7 en Osaka, un acuerdo histórico para que hacer negocios en el mundo en línea sea más fácil, menos costoso y más eficiente.
El acuerdo se celebró en el Diálogo Económico de Alto Nivel UE-Japón, copresidido por el Vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, el Ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Nishimura Yasutoshi, y la Ministra japonesa de Asuntos Exteriores, Yōko Kamikawa.
La UE y Japón figuran entre las mayores economías digitales del mundo. Este acuerdo es un hito en nuestros esfuerzos conjuntos por avanzar en la digitalización de nuestras sociedades y economías. Los flujos transfronterizos de datos son un factor crucial para este desarrollo. Una vez ratificadas, las disposiciones acordadas se incluirán en el Acuerdo de Asociación Económica (AAE) UE-Japón. Sientan las bases de un planteamiento común en materia de comercio digital, enviando un mensaje firme contra el proteccionismo digital y las restricciones arbitrarias. También son coherentes con la agenda digital de la UE y las normas de privacidad de la UE, y cumplen la agenda de comercio digital de la Estrategia Indo-Pacífica de la UE. Próximamente se celebrarán negociaciones similares con Corea y Singapur.
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El acuerdo aportará beneficios reales a las empresas activas en la mayoría de los sectores, desde los servicios financieros, el transporte y la maquinaria hasta el comercio electrónico. Les permitirá manejar los datos de manera eficiente, sin engorrosos requisitos administrativos o de almacenamiento, y les proporcionará un entorno jurídico previsible en el que prosperar. Un elemento importante del acuerdo es la eliminación de los costosos requisitos de localización de datos, una carga innecesaria para las empresas europeas y japonesas. Esto es importante, ya que garantizará que las empresas no tengan que almacenar físicamente sus datos a nivel local. Esto no sólo supondría costes y complejidades adicionales, ya que las empresas podrían tener que construir y mantener instalaciones de almacenamiento de datos en múltiples lugares y duplicar los datos que utilizan, con el consiguiente impacto negativo en su competitividad, sino que también podría socavar la seguridad de dichos datos.
Durante el HLED, la UE y Japón también reiteraron su compromiso con el sistema de comercio internacional basado en normas y su determinación de configurar unas normas mundiales de flujo de datos que respeten nuestros valores y planteamientos normativos.
Más información: Comisión Europea
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