La Declaración de Logroño pide que se tengan en cuenta las necesidades de las zonas rurales en todas las políticas de la UE y que se destinen fondos de la UE a proyectos en dichas zonas.
Los dirigentes locales y regionales de Europa han advertido de que el desarrollo sostenible a largo plazo de la UE no puede lograrse sin unas zonas rurales dinámicas y sostenibles y la plena integración de las comunidades rurales en el proyecto europeo. Una Declaración aprobada el 31 de octubre en la reunión de la Mesa del Comité Europeo de las Regiones celebrada en Logroño pone de relieve que todas las políticas de la UE deben tener en cuenta la verificación rural, promover el atractivo de las zonas rurales y proteger la calidad de vida de sus poblaciones, y que las zonas rurales necesitan un apoyo específico para adaptarse a la crisis climática y a la transición ecológica.
Las zonas rurales de toda la Unión Europea se enfrentan a retos sistémicos a largo plazo, como la despoblación, la disminución de la población activa, la escasez de servicios esenciales e inversiones insuficientes para responder oportunamente a la transición ecológica y digital. Con la aprobación de la Declaración de Logroño «Garantizar el desarrollo de zonas rurales prósperas y dinámicas», los dirigentes locales y regionales europeos instan a las instituciones de la Unión Europea a implicar y apoyar plenamente a las zonas rurales para el éxito del proyecto europeo.
Vasco Alves Cordeiro, presidente del Comité Europeo de las Regiones, declaró: «Una de cada cuatro europeos vive en las zonas rurales, que representan alrededor del 75 % del territorio de la UE. Estas regiones son fundamentales para el desarrollo sostenible y la cohesión social y territorial de la Unión Europea a largo plazo, pero la despoblación y la crisis climática pueden poner en peligro su futuro. Con políticas mejor orientadas, en particular para las transiciones ecológica y digital, las zonas rurales pueden disponer de herramientas para garantizar el acceso a empleos de calidad, servicios sanitarios y educativos, y atraer a los jóvenes. Con la Declaración de Logroño, los líderes regionales y locales de la UE enviaron un mensaje claro: para lograr un futuro sostenible, la Unión Europea necesita zonas rurales fuertes con la plena participación de las comunidades rurales en el proyecto europeo.»
Los debates formaban parte del programa oficial de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea. En su intervención, el secretario de Estado de Política Territorial Alfredo Gómez ha destacado que «la presencia de las comunidades autónomas y las entidades locales españolas en Europa es absolutamente clave». Según él, España es el mejor ejemplo de que «un sistema descentralizado puede funcionar perfectamente cuando se trabaja con lealtad y todas las instituciones cooperan entre sí, como ocurrió durante la pandemia o cuando hay que afrontar las consecuencias de la guerra o las catástrofes naturales». Ha remarcado que «las regiones y las entidades locales son un actor esencial para mejorar la gestión diaria de las grandes políticas nacionales y comunitarias y el Comité de las Regiones es nuestro aliado para impulsar estas ideas en todos los rincones de la Unión Europea.»
El presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, participó en la reunión de la Conferencia de Presidentes el pasado lunes. En su discurso, ha reivindicado que se «tenga en cuenta la voz de las regiones y lo local en las políticas de Bruselas». «Este tipo de foros tiene sentido en tanto y en cuanto se escuche la voz de las ciudades y regiones europeas para seguir avanzando juntos: desde la realidad local, en su diversidad y su especificidad, en colaboración directa con los agentes locales y con la vista puesta en el futuro tanto inmediato como a largo plazo. Estoy convencido de que así será», ha añadido. «Desde mi Gobierno defendemos un modelo de municipio moderno, sostenible y accesible con la decidida apuesta al impulso de la competitividad y la innovación, conjugando nuestro rico patrimonio cultural y social en pro del desarrollo económico”, ha concluido.
Como se señala en el Informe anual del CDR sobre el estado de las regiones y ciudades en la UE, treinta millones de personas habrán abandonado las zonas rurales de Europa entre 1993 y 2033. Esto puede tener graves consecuencias para la UE respecto del desarrollo sostenible, el crecimiento económico, los medios de subsistencia de los agricultores y la producción agroalimentaria, los objetivos de neutralidad climática, la prestación de servicios públicos, el bienestar social y la democracia.
La Declaración de Logroño subraya la importancia de retener y atraer a la juventud para que decida emprender su proyecto de vida en las zonas rurales. Las regiones y ciudades instan a tener en cuenta las vulnerabilidades y necesidades de las zonas rurales en todas las inversiones que se realicen en el marco de la política agrícola común y los fondos de cohesión, los planes nacionales de recuperación y resiliencia y otros programas de la Unión, así como en programaciones futuras. En concreto, proponen una asignación mínima de los fondos europeos a proyectos en las zonas rurales, tanto en los programas operativos de la política de cohesión como en los demás programas europeos de intervención directa, como Horizonte Europa, el Mecanismo «Conectar Europa» o Europa Creativa;
Además, la crisis climática y la pérdida de biodiversidad están teniendo un impacto negativo significativo en el sector agroalimentario. Por consiguiente, la adaptación al cambio climático, el apoyo a los agricultores y la gestión del riesgo de catástrofes deben reforzarse en estrecha cooperación con las autoridades locales. La Declaración de Logroño pone de relieve que, si bien el Pacto Verde Europeo ofrece muchas oportunidades a las zonas rurales, especialmente por medio de la producción de energías renovables, las poblaciones rurales necesitan un apoyo adecuado para garantizar una transición justa.
FUENTE: Comunicado de prensa – Comité Europeo de las Regiones
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