El pasado 26 de marzo, la Comisión y la Alta Representante lanzaron la Estrategia de Preparación de la Unión para apoyar a los Estados miembros y mejorar la capacidad de Europa para prevenir y responder a las amenazas emergentes.
Esto se produce en un momento en que la Unión Europea se enfrenta a crisis cada vez más complejas y a retos que no pueden ignorarse. Desde las crecientes tensiones y conflictos geopolíticos, las amenazas a la seguridad híbrida y cibernética, la manipulación e injerencia extranjeras en la información, hasta el cambio climático y el aumento de las catástrofes naturales, la UE debe estar preparada para proteger a sus ciudadanos y las funciones sociales clave que son cruciales para la democracia y la vida cotidiana.
Concretamente, la Estrategia incluye 30 acciones clave y un Plan de Acción detallado para avanzar hacia los objetivos de la Unión Preparada, así como desarrollar una «cultura de preparación desde el diseño» en todas las políticas de la UE.
La Presidenta Ursula von der Leyen ha declarado: «Las nuevas realidades exigen un nuevo nivel de preparación en Europa. Nuestros ciudadanos, nuestros Estados miembros y nuestras empresas necesitan las herramientas adecuadas para actuar tanto para prevenir las crisis como para reaccionar con rapidez cuando se produce una catástrofe. Las familias que viven en zonas inundadas deben saber qué hacer cuando suben las aguas. Los sistemas de alerta temprana pueden evitar que las regiones afectadas por incendios forestales pierdan un tiempo precioso. Europa está dispuesta a apoyar a los Estados miembros y a los socios de confianza de los países vecinos para salvar vidas y medios de subsistencia».
Entre los objetivos y acciones clave de la Estrategia figuran
Proteger las funciones sociales esenciales de Europa:
- Desarrollar criterios mínimos de preparación para servicios esenciales como hospitales, escuelas, transportes y telecomunicaciones.
- Mejorar el almacenamiento de equipos y materiales esenciales.
- Mejorar la adaptación al clima y la disponibilidad de recursos naturales críticos como el agua.
Promover la preparación de la población:
- Animar a la población a adoptar medidas prácticas, como mantener suministros esenciales durante un mínimo de 72 horas en caso de emergencia.
- Integrar las lecciones de preparación en los programas escolares e instaurar un Día de la Preparación de la UE.
Mejorar la coordinación de la respuesta a las crisis:
- Establecer un Centro de Crisis de la UE para mejorar la integración entre las estructuras de crisis de la UE existentes.
Reforzar la cooperación civil-militar:
- Realizar ejercicios periódicos de preparación en toda la UE, uniendo a las fuerzas armadas, la protección civil, la policía, la seguridad, el personal sanitario y los bomberos.
- Facilitar las inversiones de doble uso.
Refuerzo de las capacidades de previsión y anticipación:
- Desarrollar una evaluación global de riesgos y amenazas a escala de la UE, que ayude a prevenir crisis como catástrofes naturales o amenazas híbridas.
Aumentar la cooperación público-privada:
- Crear un Grupo de Trabajo de Preparación público-privado.
- Formular protocolos de emergencia con las empresas para garantizar la rápida disponibilidad de materiales, bienes y servicios esenciales, y asegurar las líneas de producción críticas.
Mejorar la cooperación con socios externos:
- Colaborar con socios estratégicos como la OTAN en materia de movilidad militar, clima y seguridad, tecnologías emergentes, ciberespacio e industria de defensa.
En general, al adoptar un enfoque proactivo de la preparación, la UE aspira a construir un continente más resistente y seguro, mejor equipado para afrontar los retos del siglo XXI.
Contexto
El Informe Niinistö sobre la preparación y el grado de preparación de la UE llegó a la conclusión de que es urgente reforzar la preparación y el grado de preparación civil y militar de Europa para hacer frente a los crecientes retos actuales en materia de seguridad: salud, migración, seguridad tecnológica, clima, defensa o economía. El informe aboga por un profundo cambio de mentalidad y de la forma de entender y priorizar la preparación en toda la Unión Europea. También reconocía que la preparación no es sólo una responsabilidad nacional, sino un empeño europeo compartido que requiere un mayor papel de la Unión en la coordinación y el apoyo a los Estados miembros en este ámbito.
Por consiguiente, la Estrategia se centra en un planteamiento integrado de todos los riesgos, un planteamiento de todo el Gobierno, que reúne a todos los agentes pertinentes de todos los niveles de gobierno (local, regional, nacional y de la UE), y un planteamiento de toda la sociedad, que reúne a los ciudadanos, las comunidades locales y la sociedad civil, las empresas y los interlocutores sociales, así como a las comunidades científica y académica.de la sociedad en su conjunto, que reúne a los ciudadanos, las comunidades locales y la sociedad civil, las empresas y los interlocutores sociales, así como a las comunidades científica y académica.
Además, trabajando en estrecha colaboración con los Estados miembros, la Unión tiene la capacidad de hacer frente a futuras crisis y puede aportar soluciones sustanciales y eficaces para los ciudadanos y las sociedades. Los acontecimientos y riesgos por los que ha pasado la Unión Europea en los últimos años, y la respuesta firme y eficaz a la pandemia del COVID-19, han demostrado que la estrecha cooperación entre la Unión Europea y los Estados miembros permite obtener mejores resultados para las personas y las sociedades.
Más información: Comisión Europea
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