La Comisión ha propuesto nuevos totales admisibles de captura (TACs) para 2019 y 2020. Con ello se pretende restaurar las poblaciones de peces en las aguas profundas del Noreste Atlántico.
La Comisión ha resuelto adoptar una propuesta por la que se reducen, con respecto a 2017-2018, los límites máximos de capturas en siete áreas de gestión pesquera, pertenecientes al noreste Atlántico. Al mismo tiempo, se ha eliminado el total admisible de capturas de otras especies cuya pesca se realizaba en pequeñas cantidades. El objetivo principal es el de mejorar el estado de las reservas pesqueras permitiendo la pesca hasta su Rendimiento Máximo Sostenible, es decir, a un nivel que permita capturar el mayor número posible de peces al mismo tiempo que se mantiene un estado saludable de las reservas.
La propuesta de la Comisión se basa en el asesoramiento científico del ICES (International Council for the Exploration of the Seas) y también tiene en cuenta la obligación de los pescadores de desembarcar en tierra todas las capturas regidas por el TAC a partir del 1 de enero de 2019. La adopción de la propuesta por parte de los Estados miembros en el Consejo está prevista para el próximo 19 y 20 de noviembre.
La pesca en aguas profundas supone hoy día menos del 1% del total de las capturas en el Noreste Atlántico. La mayoría de las especies en estas aguas son altamente vulnerables y necesitan un tiempo más largo de maduración. Es por ello que la pesca en aguas profundas ha caído, disminuyendo así también la actividad pesquera y los puestos de trabajo asociados con ella.
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