La Comisión Europea publicado esta semana los resultados del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) correspondiente a 2019, que analiza el rendimiento digital general de Europa y hace un seguimiento de los avances de los países de la UE en su competitividad digital.
Los países que han establecido objetivos ambiciosos en consonancia con la Estrategia para el Mercado Único Digital de la UE, combinándolos con inversiones adecuadas, han logrado mejores resultados en un periodo de tiempo relativamente corto, según una de las principales conclusiones del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) de este año. Sin embargo, el hecho de que las mayores economías europeas no estén a la vanguardia en este campo apunta a la necesidad de acelerar la transformación digital para que la UE siga siendo competitiva a escala mundial.
Las cifras del DESI de los últimos cinco años ponen de manifiesto que la inversión selectiva y unas políticas digitales sólidas pueden tener un impacto significativo en los resultados de cada país. Es el caso, por ejemplo, de España (despliegue de la banda ancha ultrarrápida), Chipre (conectividad de banda ancha), Irlanda (digitalización de empresas) y Letonia y Lituania (servicios públicos digitales).
La conectividad ha mejorado, pero sigue siendo insuficiente para hacer frente al rápido aumento de las necesidades. Los indicadores del DESI muestran que la demanda de banda ancha rápida y ultrarrápida va en aumento y se espera que siga elevándose en los próximos años, habida en cuenta de la creciente sofisticación de los servicios de internet y de las necesidades de las empresas. La conectividad ultrarrápida de al menos 100 Mbps está disponible en el 60 % de los hogares, mientras se incrementa el número de abonados a banda ancha. El 20 % de los hogares utilizan banda ancha ultrarrápida, lo que representa un número cuatro veces superior al de 2014.
La Comisión ha aprobado la reforma de las normas de la UE sobre telecomunicaciones para hacer frente a las crecientes necesidades de conectividad de los europeos y potenciar las inversiones. Suecia y Portugal registran las cifras más elevadas de implantación de banda ancha ultrarrápida, mientras que Finlandia e Italia son los países más avanzados en la asignación del espectro 5G.
Más de un tercio de los europeos que integran la mano de obra activa carece de competencias digitales básicas, a pesar de ser el mínimo exigido para la mayoría de los puestos de trabajo, y solo el 31 % posee competencias avanzadas como usuarios de internet. Al mismo tiempo, hay una mayor demanda de competencias digitales avanzadas en toda la economía, con demuestra el aumento de las contrataciones de especialistas en tecnologías de la información y las comunicaciones en la UE (2 millones en los últimos 5 años).
En el ámbito de los servicios públicos digitales, donde existe una normativa de la UE, se aprecia durante el periodo 2014-2019 una tendencia a la convergencia entre los Estados miembros. El 64 % de los usuarios de internet que envían formularios a sus administraciones públicas utilizan ahora canales online (frente al 57 % en 2014), lo que demuestra las ventajas de los procedimientos electrónicos en relación con la burocracia convencional. En abril de 2018, la Comisión adoptó iniciativas sobre la reutilización de la información del sector público y sobre sanidad electrónica que mejorarán de forma significativa los servicios públicos transfronterizos en línea en la UE.
El cuadro de indicadores sobre las mujeres en el ámbito digital, asimismo publicado recientemente, muestra que los países de la UE que son digitalmente competitivos también están a la cabeza de la participación de las mujeres en la economía digital. Persiste la brecha de género a nivel de la UE en ámbitos como el uso de internet, las competencias digitales y las cualificaciones y el empleo en las tecnologías de la información y de las comunicaciones, siendo este último el capítulo que arroja las mayores desigualdades: solo el 17 % de los especialistas en TIC son mujeres y todavía ganan un 19 % menos que sus homólogos hombres.
Contexto
El Índice de la Economía y la Sociedad Digitales mide cada año los avances de los Estados miembros de la UE hacia una economía y una sociedad digitales, basándose principalmente en datos de Eurostat, y ayuda a los países de la UE a identificar las áreas que requieren inversiones y medidas prioritarias. El DESI también es la herramienta clave para analizar los aspectos digitales del Semestre Europeo.
El DESI incluye un análisis detallado de las políticas digitales nacionales, que proporciona un panorama general de los avances y la aplicación de las políticas en los Estados miembros. A los informes se adjunta un capítulo más detallado sobre telecomunicaciones relativo a cada Estado miembro. Para mejorar las comparaciones entre Estados miembros, el DESI también desarrolla análisis transfronterizos en materia de conectividad, capacidades, uso de internet, utilización de la tecnología digital por parte de las empresas, servicios públicos digitales, inversiones en I+D+i para las TIC y utilización de los fondos del Programa de Investigación e Innovación Horizonte 2020 por parte de los Estados miembros.
Más información
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Índice de la Economía y la Sociedad Digitales 2019.
Ficha informativa sobre el mercado único digital
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