El Consejo pide que se redoblen los esfuerzos para ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte en la Unión Europea. En unas conclusiones aprobadas hoy, el Consejo presenta una serie de medidas destinadas a mejorar la salud cardiovascular en la UE, centrándose específicamente en la prevención, la detección precoz, el tratamiento y la rehabilitación.
«Las enfermedades cardiovasculares tienen un impacto devastador en las personas y sus familias, aunque en la mayoría de los casos pueden prevenirse abordando los factores de riesgo subyacentes mediante opciones de estilo de vida más sanas. El cribado y un mejor acceso al tratamiento son elementos esenciales para reducir el impacto de las ECV. Las conclusiones de hoy reflejan nuestro compromiso de mejorar la salud cardiovascular en toda la UE».
Péter Takács, Secretario de Estado húngaro de Sanidad
En sus conclusiones, el Consejo aboga por que se preste especial atención a medidas preventivas como la mejora de los conocimientos sanitarios, la concienciación sobre la salud cardiovascular y la disuasión de opciones de estilo de vida poco saludables como el consumo de tabaco, el consumo excesivo de alcohol o una dieta poco sana.
El Consejo también pide a los Estados miembros que garanticen la igualdad de acceso a la atención sanitaria cardiovascular, incorporen el cribado a los controles sanitarios periódicos y refuercen la formación del personal sanitario.
Por último, el Consejo invita a la Comisión a adoptar medidas globales para contribuir a reducir la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares en la UE, haciendo hincapié no sólo en la promoción de la salud y la prevención, sino también en el cribado, la detección precoz, el tratamiento, la rehabilitación y el avance de la investigación y la innovación.
Contexto
Las enfermedades cardiovasculares afectan al corazón y al sistema circulatorio, e incluyen la insuficiencia cardíaca, los accidentes cerebrovasculares, la arritmia cardíaca, la hipertensión arterial y la miocardiopatía. Son responsables de aproximadamente un tercio de todas las muertes en la UE y contribuyen de forma decisiva a la morbilidad y la discapacidad. También pueden tener importantes repercusiones económicas, tanto para los sistemas sanitarios como en términos de productividad.
Reducir la carga de las enfermedades no transmisibles, y en particular las cardiovasculares, es una de las prioridades de la Presidencia húngara. Las conclusiones de hoy se basan en los debates mantenidos durante la reunión informal de Ministros de Sanidad de la UE celebrada en Budapest el 24 de julio.
Para más información: Consejo de la Unión Europea.
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