Medio Ambiente

La Unión Europea (UE) necesita construir una senda sostenible hacia la prosperidad mediante una gobernanza económica transformadora y reformas estructurales. La agenda de política económica de la UE se orienta hacia el desarrollo de una base económica fuerte y vibrante, al tiempo que se construye una economía resistente, ecológica y justa, mejor preparada para futuros choques. Para ello se requiere un profundo conocimiento científico, así como capacidad de anticipación y modelización para ofrecer un asesoramiento rápido y eficaz sobre las repercusiones tanto macroeconómicas como microeconómicas, su integración y las posibles respuestas políticas.

Utilizamos un modelo DSGE para estudiar la eficacia de las compras de activos verdes por el banco central (Green QE), a lo largo de la transición a una economía libre de carbono impulsada por un impuesto sobre las emisiones, abstrayéndonos de consideraciones de estabilidad de precios. Encontramos que el Green QE ayuda a reducir aún más las emisiones, especialmente en la fase inicial de la transición. Un parámetro crucial para determinar la eficacia de la QE verde es la elasticidad de sustitución entre el bien marrón y el bien verde: cuanto mayor sea la elasticidad, mayor será el impacto de la política sobre las emisiones.

Las baterías de sodio-cloruro de níquel (Na-NiCl2) se han erigido en sistemas sostenibles de almacenamiento de energía basados en materias primas abundantes (Na, Ni, Al) y no críticas. Este estudio ofrece una visión general de esta tecnología desde su conceptualización inicial, junto con perspectivas de investigación y desarrollo y ámbitos de uso. Las aplicaciones son para el almacenamiento en red debido principalmente a la temperatura de funcionamiento (275 – 350 °C).

El programa de trabajo 2023-2024 del CCI se centra en el establecimiento de prioridades y en los puntos fuertes del CCI: anticipación, integración e impacto de las políticas de la UE y excelencia científica. Nos permite anticiparnos a lo que se nos viene encima, más allá de la última crisis, para poder proporcionar la base científica de las futuras iniciativas políticas. Integra el trabajo del CCI en todos los ámbitos científicos y políticos, y crea vínculos entre las diferentes áreas científicas y políticas dentro de la Comisión y fuera de ella, ya que los retos a los que nos enfrentamos son tan complejos que un único ámbito de la ciencia rara vez puede proporcionar todas las respuestas necesarias.

La Unión Europea (UE) puede verse expuesta a diversas crisis y catástrofes naturales o provocadas por el hombre y debe ser capaz de responder rápida y adecuadamente. La gestión de situaciones críticas va más allá de la respuesta de emergencia e incluye la reducción del riesgo de catástrofes, en particular mediante la preparación y la prevención, con el objetivo de aumentar la resistencia ante las crisis. El conocimiento de la situación debe abarcar tanto las amenazas conocidas como las desconocidas y vincularse bien a los mecanismos de prevención de conflictos y crisis. La ciencia puede contribuir durante los conflictos y las crisis si se prepara el terreno con una interfaz de política científica bien practicada.

En los próximos años, la Unión Europea (UE) se enfrentará cada vez más a los efectos del envejecimiento y el declive demográfico, así como a las desigualdades territoriales en múltiples dimensiones, exacerbadas por la pandemia COVID-19 y la inestabilidad geopolítica mundial. Abordar estos retos es clave para construir una sociedad más justa y resiliente, fortaleciendo los vínculos entre los ciudadanos y las instituciones democráticas que les sirven.