Con el 69% de la producción mundial, la UE es el mayor fabricante, exportador y consumidor de aceite de oliva del mundo. Sin embargo, debido a su alto valor económico en comparación con otros productos alimenticios, el aceite de oliva se considera de alto riesgo de incumplimiento y fraude.
En el caso de los Estados miembros productores, el marco de la Unión Europea para los controles de conformidad contribuyó eficazmente a mejorar la calidad de los productos en el mercado y a reducir la prevalencia de las prácticas fraudulentas. Estas son algunas de las principales conclusiones del Estudio sobre la aplicación de los controles de conformidad en el sector del aceite de oliva en toda la UE, publicado recientemente por la Comisión Europea
La Unión Europea tiene reglamentos específicos para garantizar que se realicen controles de conformidad periódicos a nivel nacional o regional. Los Estados miembros son responsables de organizar y realizar estos controles.
Estudio
En la UE hay nueve Estados miembros productores de aceite de oliva: España, Italia, Grecia, Portugal, Francia, Eslovenia, Croacia, Chipre y Malta. Representan un total de alrededor de 5 millones de hectáreas de olivares, la mayoría de los cuales se dedican a la producción de aceite de oliva. Casi la totalidad de la producción se obtiene en cuatro Estados miembros: España (63%), Italia (17%), Grecia (14%) y Portugal (5%) cubren en conjunto alrededor del 99% de la producción de la UE.
Entre los Estados miembros no productores, Alemania es uno de los mayores consumidores, ya que representa alrededor del 4% del consumo total de la UE. Aunque los niveles de producción de aceite de oliva aseguran la autosuficiencia, la UE tiene un papel destacado en el mercado internacional, tanto como importadora como exportadora de aceite de oliva.
La legislación específica de la UE garantiza el cumplimiento de los objetivos del sistema de controles de conformidad de los aceites de oliva.
El régimen del aceite de oliva está integrado en la Organización Común de Mercado (OCM), que incluye, por ejemplo, normas de apoyo al sector del aceite de oliva y un conjunto de definiciones, designaciones y descripciones de venta específicas que son pertinentes para el sector del aceite de oliva.
Las normas de comercialización incluyen normas de envasado, etiquetado, cooperación entre los operadores y las autoridades de control, y control del etiquetado y las sanciones.
Según el estudio, las infracciones más comunes son la comercialización de aceite de oliva virgen como aceite de oliva virgen extra, o la comercialización como «aceites de oliva» de mezclas de otros aceites vegetales (girasol, maíz, palma, colza, etc.) con aceite de oliva.
Objetivos
- En cuanto al logro de los objetivos del marco de la UE para los controles de conformidad, el estudio determinó que garantizaba la protección adecuada del consumidor y las prácticas comerciales justas en las relaciones entre empresas y consumidores.
- Sin embargo, en lo que respecta a los objetivos de garantizar la igualdad de condiciones, el funcionamiento eficaz del mercado interno y las prácticas de comercio justo, el estudio indicó que esos objetivos se habían alcanzado sólo parcialmente, ya que variaban según el contexto nacional específico.
Obstáculos
- Los principales problemas y lagunas de organización se relacionan con la coexistencia de varias autoridades nacionales (y en algunos Estados Miembros, también regionales y/o locales) competentes para la planificación y la realización de los controles de conformidad, y la coordinación entre ellas.
- Otro obstáculo identificado por el estudio es la falta de recursos, ya sea en términos de personal o de financiación. Esta última dificulta el logro de los objetivos del sistema.
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