Los negocios prósperos se caracterizan por la innovación y la calidad del empleo, esto es, la capacidad de atraer, aprovechar y mantener trabajadores valiosos
Por supuesto existen abundantes estudios sobre los factores laborales que respaldan, facilitan e incluso frenan la innovación. Del mismo modo, resulta fácil encontrar estudios sobre mejoras en la calidad del empleo generadas por algunas innovaciones.
«La razón más probable es que la calidad del trabajo es un tema muy amplio, al igual que la innovación, y hace falta un programa de investigación integral como Horizonte 2020 para financiar un proyecto que pudiera abarcar de forma simultánea la innovación tecnológica y no tecnológica, así como las seis dimensiones básicas de la calidad del trabajo que utilizamos en QuInnE», explica el profesor Christopher Mathieu, coordinador del proyecto para la Universidad de Lund.
El trabajo realizado en QuInnE (Quality of Jobs and Innovation Generated Employment Outcomes) es fundamental, ya que se espera que facilite un método más holístico con el que fomentar retos sociales como el bienestar, la integración y la igualdad, el crecimiento económico y del empleo, mejoras en productos y servicios, el trabajo sostenible mediante innovación mejorada y la calidad del empleo.
Al dedicarse a la innovación y la calidad del empleo sin dejar de lado los resultados laborales de su interacción, el proyecto ofrece conocimientos científicos, herramientas de desarrollo y diagnóstico innovadoras y consejos sobre políticas basados en datos para impulsar el crecimiento de la UE y reforzar su economía frente a los riesgos de una futura crisis financiera de gran tamaño.
El equipo de QuInnE contempló tres tipos de innovación (de productos, procesos y organizativa) y seis dimensiones de la calidad laboral (sueldo, calidad del empleo, educación y formación, condiciones de trabajo, equilibrio entre el trabajo y la vida privada y participación en las consultas y representación colectiva). Su labor fue buscar conexiones recursivas a partir de estos puntos. Llevaron a cabo un análisis cualitativo de cincuenta y ocho casos prácticos en ocho industrias de siete Estados miembros, junto con análisis cuantitativos a escala nacional, industrial, empresarial y personal. Por último, examinaron políticas de innovación y estrategias empresariales.
Algunos de los resultados más interesantes del proyecto fueron el descubrimiento de que la innovación en cuanto a productos y, en menor medida, procesos generaba más empleo e incrementaba su calidad, mientras que los efectos de la innovación organizativa son más heterogéneos. El equipo también descubrió que los beneficios de la innovación suelen concentrarse en trabajadores de alta cualificación y capacidades elevadas. Existe un «efecto Matthew» de la innovación que, si no se controla, puede generar desigualdad entre los trabajadores.
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