El desempleo de larga duración puede tener graves consecuencias, tanto para los desempleados como para el crecimiento y las finanzas públicas. Aun así, según un informe publicado por el Tribunal de Cuentas Europeo, las medidas adoptadas para combatirlo no están suficientemente orientadas. Desde 2014, la UE ha financiado a través del Fondo Social Europeo (FSE) diversas medidas para promover el acceso al empleo. No obstante, las medidas del FSE no siempre han estado adaptadas a las necesidades específicas de los desempleados de larga duración. Los auditores recomiendan que la Comisión Europea insista en que los Estados miembros apliquen un enfoque individualizado para ayudar a los desempleados de larga duración a través del nuevo FSE+, que abarcará el período 2021-2027. Además, recomiendan que la Comisión evalúe la eficacia de las medidas de «acceso al empleo» dirigidas a dichos desempleados de larga duración.
«El desempleo de larga duración afecta a nuestro tejido social. La población desempleada corre un mayor riesgo de pobreza, exclusión social e incluso problemas de salud», señala Lazaros S. Lazarou, Miembro del Tribunal responsable del informe. «Hemos constatado que, hasta la fecha, muchos demandantes de empleo de larga duración se han beneficiado de las medidas financiadas por la UE, si bien estas no se habían concebido específicamente para ellos. La pandemia de COVID-19 puede exacerbar el problema del desempleo de larga duración. En nuestra opinión, convendría aplicar un enfoque individualizado para todos los desempleados de larga duración en el marco de las políticas activas del mercado de trabajo a nivel nacional».
Deja una respuesta