Los Viernes Científicos es una iniciativa de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Almería que nace con el objeto de divulgar diferentes aspectos de la Ciencia y acercarlos de forma amena a la mayor cantidad de público posible.
Esta actividad, que tendrá una periodicidad mensual, constará de charlas, debates, mesas redondas, talleres y cuantas actividades vayan surgiendo durante su desarrollo ya que se pretende que sea, como la misma Ciencia lo es, una actividad dinámica en continua evolución.
Próximos actos
El viernes, 4 de mayo, contaremos con la presencia de D. Sergio Martínez Cuesta, Cancer Research UK – Cambridge Institute Department of Chemistry, Universidad de Cambridge, Reino Unido, que impartirá la conferencia
«Explorando modificaciones químicas en ADN: una perspectiva bioinformática»
Esta actividad se celebrará en el Auditorio de la Universidad de Almería a las 12:15 horas.
Con esta LXXVI edición cerramos este curso y nos despedimos hasta 2018-19.
El genoma alberga la información genética necesaria para la vida. Está compuesto de ADN, cuya estructura primaria la forman cuatro bases nitrogenadas fundamentales: adenina (A), citosina (C), guanina (G) y timina (T).
El desarrollo reciente de diversas tecnologías de secuenciación rápida está permitiendo descubrir el orden preciso de ACGT en el genoma de los seres vivos a una velocidad inimaginable hace una década.
En combinación con otras técnicas de biología molecular en diferentes contextos científicos y clínicos, los métodos de secuenciación nos ayudan a saber más acerca del desarrollo de enfermedades, la evolución del ser humano y la diversidad biológica presente en nuestra Tierra.
En nuestro laboratorio utilizamos secuenciación y espectrometría de masas para desarrollar métodos experimentales y computacionales que detecten modificaciones químicas en C y T a lo largo del genoma de humanos y parásitos. Empleamos técnicas bioinformáticas para analizar estos cambios químicos de manera robusta y comparar nuestros resultados con estudios previos disponibles en la literatura.
Esta gran cantidad de datos biológicos generada empuja nuestros límites tecnológicos para almacenarlos a largo plazo y extraer conocimiento de ellos, requiriendo colaboraciones internacionales y cambiando nuestra forma de hacer ciencia.
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