Europol apoyó una acción dirigida por la Fiscalía Europea (OEPP) en Berlín (Alemania) y Vilnius (Lituania), en la que participaron unos 1 000 funcionarios de policía, fiscalidad y aduanas que llevaron a cabo 200 registros en diez países. La investigación se centró en una vasta organización delictiva dedicada a introducir de contrabando en la Unión Europea (UE) automóviles en mal estado procedentes de Estados Unidos (EE.UU.) y venderlos a clientes finales tras una reparación superficial, defraudando al mismo tiempo el pago de derechos de aduana y cometiendo un fraude a gran escala en el impuesto sobre el valor añadido (IVA).
Aparte del perjuicio presupuestario para la sociedad, esta trama delictiva también planteaba graves peligros para la seguridad de los consumidores europeos, que compraban sin saberlo vehículos peligrosos a un precio elevado. Se detuvo a 10 sospechosos, entre ellos uno de los presuntos cabecillas de la organización delictiva, un ciudadano lituano. Además, se detuvo para interrogatorio a otros 18 sospechosos, todos ellos ciudadanos lituanos. También se está investigando a sospechosos clave de nacionalidad rusa.
La investigación, cuyo nombre en clave es «Nimmersatt» («Insaciable» en alemán), se extendió de Estados Unidos a Rusia, con vínculos con Canadá, Hungría, Irlanda y el Reino Unido (RU), así como con 11 países de la UE. Los días 15 y 16 de abril se llevaron a cabo investigaciones en Alemania, Bulgaria, España, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Países Bajos, Portugal y Rumanía.
Coches destrozados, documentos de importación falsos, reparaciones estéticas y fraude fiscal
Las organizaciones delictivas explotan el mercado estadounidense de coches siniestrados en accidentes, que las compañías de seguros suelen vender en el extranjero o desmantelar para chatarra. El grupo delictivo objeto de la investigación dirigida por la OEPP compraba enormes cantidades de coches siniestrados a compañías de seguros estadounidenses en subastas en línea para luego enviarlos a la UE. Utilizando una red de empresas ficticias y facturas falsas para encubrir el origen de los coches, esos vehículos llegaban a la UE con su historial comercial oculto.
Los coches llegaban a distintos puertos, entre ellos Amberes (Bélgica), Bremerhaven (Alemania), Klaipėda (Lituania) y Rotterdam (Países Bajos). Para eludir una parte sustancial de los derechos de aduana, los autores presentaban facturas falsas a las autoridades aduaneras, declarando un valor muy inferior al que habían pagado por los vehículos.
A continuación, los coches eran transportados por tierra a Lituania, para ser reparados en talleres de reparación de automóviles. Sin embargo, según las pruebas, las reparaciones eran sólo superficiales, para que los coches parecieran nuevos y pasaran los procedimientos de certificación técnica exigidos. Posteriormente, cuando los coches se vendían a clientes finales en Alemania y en otros países de la UE, se presentaban como «que nunca habían tenido un accidente» o «que habían sido reparados completa y profesionalmente», incluso cuando presentaban daños ocultos, como la falta de airbags u otros graves problemas de seguridad. Los vehículos de menor valor se vendían en los mercados de Europa del Este.
En Alemania, según la investigación, los vehículos fueron vendidos por concesionarios de automóviles vinculados a la organización delictiva. Se entiende que aplicaban fraudulentamente un IVA reducido, en virtud del denominado «régimen de imposición sobre los márgenes». Esta disposición permite a los revendedores pagar el IVA únicamente sobre su margen de beneficio (la diferencia entre el precio pagado por el artículo y el precio por el que se vende), cuando venden bienes de segunda mano comprados a particulares. Sin embargo, las empresas investigadas aplicaron esta disposición ilegalmente, ya que los coches habían sido importados comercialmente, principalmente de EE.UU., y en algunos casos también de Canadá. El presunto fraude también permitió que los coches siniestrados se vendieran a un precio de mercado inferior, provocando así una competencia desleal.
En Lituania, se cree que los miembros del grupo de delincuencia organizada utilizaban empresas lituanas para blanquear también sus beneficios procedentes del fraude del IVA y de los pagos en efectivo de los compradores de coches. La investigación determinó que la célula lituana de la organización utilizaba empresas en Bulgaria, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, los Países Bajos y Rumanía para ocultar fraudulentamente el verdadero volumen de negocios del comercio de coches desguazados. Esta célula lituana se creó en 2020 y estaba dirigida por un ciudadano lituano que fue detenido en el curso de esta acción. Solo desde Lituania se vendieron al menos 16 500 automóviles por un importe de 144 millones de euros.
Compleja cadena delictiva internacional
Gracias a los esfuerzos conjuntos de la OEPP, Europol, Eurojust y las autoridades policiales nacionales, la investigación puso al descubierto una trama delictiva extremadamente compleja con ramificaciones en 18 países. Las personas objeto de esta operación eran los principales miembros de la organización delictiva, procedentes de Rusia y Lituania, así como los sospechosos responsables de la importación y el transporte de los vehículos y decenas de vendedores de automóviles.
El perjuicio causado por estas actividades delictivas, que aún se está evaluando, se estima en al menos 31 millones EUR en concepto de IVA y derechos de aduana impagados. Se dictaron órdenes de embargo preventivo de hasta 26,5 millones de euros. Por el momento, se han congelado cuentas bancarias y se han incautado 116 automóviles por un valor aproximado de 2,3 millones de euros, así como 0,5 millones de euros en efectivo y artículos de lujo..
El papel de Europol
Europol recopiló y analizó las contribuciones de sus socios, y los resultados se compartieron en forma de informes analíticos (como referencias cruzadas en las bases de datos de Europol), informes de inteligencia sobre viajes (para apoyar el seguimiento de los principales sospechosos) o informes de inteligencia financiera (para identificar una visión lo más amplia posible de los circuitos financieros de la actividad delictiva a fin de facilitar las medidas de recuperación de activos). El día de la acción, Europol estableció un puesto de mando virtual para las comunicaciones entre los equipos de investigación y el centro de mando central establecido en la sede de la OEPP. Un experto de Europol con una oficina móvil se desplegó en el centro de mando central, mientras que seis expertos forenses digitales de Europol se desplegaron en las acciones de Lituania y Letonia, prestando apoyo sobre el terreno.
Esta investigación se llevó a cabo en el marco de una acción operativa EMPACT destinada a combatir los grupos de delincuencia organizada implicados en el fraude del IVA y otros delitos financieros en el ámbito de la importación y el comercio de automóviles accidentados procedentes de terceros países (como Estados Unidos) en la UE. Esta Acción Operativa EMPACT está dirigida por Lituania y apoyada y coordinada por Europol desde el primer momento, cuando Lituania compartió información sobre este nuevo modus operandi. 13 países participaron en una cadena SIENA que les permitió intercambiar información sobre investigaciones nacionales que luego se convertirían en casos de la OEPP.
La OEPP es la fiscalía independiente de la Unión Europea. Se encarga de investigar, perseguir y juzgar los delitos contra los intereses financieros de la UE. En esta investigación participaron 16 fiscales europeos delegados y contó con el apoyo de la oficina fiscal de Dresde (Alemania), el Servicio de Investigación de Delitos Financieros (FCIS) de Lituania, Europol, Eurojust y las fuerzas del orden de varios países. La cooperación con las autoridades fiscales del Reino Unido también fue crucial para la investigación.
Más información: Europol
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