La Guardia Civil española, con el apoyo de Europol, desmanteló una red criminal dedicada al tráfico ilícito de migrantes en embarcaciones desde Argelia a España y, desde allí, a otros países de la UE. La red, dirigida por un ciudadano marroquí, estaba compuesta por sospechosos argelinos y marroquíes afincados en España. Sus operaciones se basaban en importantes recursos financieros y logísticos, y utilizaban indebidamente empresas legítimas, como compañías de comercio marítimo, para obtener los medios de transporte necesarios para las actividades de tráfico ilegal. También se utilizaban hawaladars para mover fondos ilícitos.
Las jornadas de acción celebradas entre el 17 y el 19 de junio en España dieron lugar a:
- Actions in Almería, Nijar, Tabernas, Espartinas (Seville) and Alicante
- 8 ubicaciones (6 viviendas y 2 locales industriales)
- 14 detenciones
- Las incautaciones incluyeron 15 lanchas rápidas de entre 7,5 y 8 metros, algunas de ellas equipadas con potentes motores (entre 200 y 425 CV), moldes para cascos de embarcaciones (de 8 y 14 metros de eslora), equipo marítimo y electrónico, más de 100 bidones llenos de gasolina, 2 armas de fuego y más de 68 000 euros en efectivo.
Más de un millón de euros invertidos en la construcción de embarcaciones para el contrabando
La red de tráfico ilícito de migrantes estaba muy bien estructurada, con ramas separadas responsables de diferentes tareas y miembros que desempeñaban funciones distintas, entre ellos inversores, intermediarios que conectaban las distintas células, patrones y encargados de preparar las embarcaciones.
Se cree que la organización criminal ha gastado más de un millón de euros en la adquisición y fabricación de embarcaciones de alta velocidad para apoyar sus operaciones. Se utilizó una compleja red de empresas en Francia y España para organizar la logística y suministrar el equipo náutico. A los migrantes se les cobraba hasta 7 000 euros por persona por un peligroso viaje de ida desde Argelia a España en embarcaciones de fabricación casera, a menudo abarrotadas.
La red estaba compuesta por varias células. Una célula se encargaba de adquirir y gestionar embarcaciones y equipos marítimos, mientras que otra coordinaba la navegación de las embarcaciones hacia los puntos de desembarque a lo largo de la costa española. Otras ramas proporcionaban recursos esenciales para las operaciones de contrabando, como combustible, alimentos y sistemas de comunicación, o se encargaban de las tareas de seguridad durante las travesías.
Europol facilitó el intercambio de información y proporcionó coordinación operativa y apoyo analítico. Europol envió a un experto a España para facilitar el intercambio de información en tiempo real y cotejar la información operativa con las bases de datos de Europol, proporcionando pistas inmediatas a los investigadores sobre el terreno.
Más información: Europol
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