Circula en algunos medios y redes sociales la idea de que la Unión Europea prohibirá la compraventa o el alquiler de viviendas con las etiquetas de consumo energético más bajas (E, F y G) a partir de determinadas fechas, como 2030 o 2033. Esta información es errónea.
En realidad, la Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios no impone estándares mínimos de rendimiento para las viviendas residenciales, ni contempla limitaciones a su venta o alquiler. Tampoco establece obligaciones de renovación para los propietarios individuales.
Lo que sí hace la Directiva es actualizar el marco regulador vigente para reforzar la ambición climática de la UE, proporcionar herramientas a los Estados miembros y estimular la renovación de los edificios menos eficientes. El objetivo es avanzar hacia un parque inmobiliario totalmente descarbonizado de aquí a 2050, con flexibilidad para que cada país adapte las medidas a su propia realidad.
¿Qué dice realmente la Directiva?
- Viviendas residenciales: cada Estado miembro debe definir su propia hoja de ruta para reducir el consumo medio de energía en el sector residencial (un 16 % de aquí a 2030 y un 20-22 % en 2035). Para lograrlo, al menos el 55 % de la reducción deberá proceder de la mejora de los edificios menos eficientes. No obstante, la UE no fija un estándar mínimo ni prohíbe vender, comprar o alquilar viviendas con etiquetas bajas: corresponde a cada país decidir qué medidas aplicar y a qué edificios dirigirlas.
- Edificios no residenciales: aquí sí se establecen estándares mínimos de eficiencia energética. La Directiva prevé que el 16 % de los edificios menos eficientes sean renovados de aquí a 2030 y el 26 % en 2033. Aun así, los Estados miembros podrán establecer excepciones, por ejemplo, para edificios históricos o de uso turístico.
Conclusión
La Directiva sitúa a Europa en la senda de un parque inmobiliario más eficiente y sostenible de cara a 2050. Sin embargo, no prohíbe la venta o alquiler de viviendas con baja calificación energética, como se afirma en algunas publicaciones. Lo que busca es incentivar la renovación progresiva de los edificios, proporcionando flexibilidad a los Estados miembros y garantizando que las medidas se adapten a las características de cada parque inmobiliario nacional.
Más información: Comisión Europea
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