El pasado 7 de julio, la Comisión Europea lanzó una «Hoja de ruta hacia los créditos naturales», para incentivar las inversiones privadas en acciones que protejan y preserven la naturaleza, y recompensar a quienes emprendan estas acciones e inviertan en ellas.
Los créditos naturales representan una inversión en acciones positivas para la naturaleza por parte de una empresa, una institución financiera, una entidad pública o un ciudadano, que a cambio puede beneficiarse de ecosistemas más limpios, reducción de riesgos, mejora de la reputación y mayor aceptación social de sus proyectos. Esas acciones positivas para la naturaleza pueden ser valoradas y certificadas por una organización independiente, proporcionando así credibilidad a los inversores que patrocinan la acción a través de los créditos de naturaleza. Las acciones respaldadas por los créditos de naturaleza pueden adoptar distintas formas; algunos ejemplos en la UE son la restauración de humedales o la ampliación de zonas forestales.
Dado que tres cuartas partes de las empresas de la zona euro dependen de la naturaleza, los créditos naturales se perfilan como una herramienta innovadora que cambia la forma de valorar la naturaleza y un activo que atrae a los inversores. Los créditos naturales representan una oportunidad tanto para las empresas como para la restauración de la naturaleza: impulsarán la biodiversidad y preservarán los hábitats, al tiempo que generarán ingresos para quienes trabajan en la protección de la naturaleza y para los inversores.
Ofrecen nuevas oportunidades de ingresos a agricultores, silvicultores, pescadores, terratenientes y comunidades locales, al tiempo que les ayudan a restaurar los ecosistemas y reforzar la resistencia de sus negocios. El abanico de compradores e inversores potenciales también es amplio, desde empresas privadas e instituciones financieras hasta pequeños inversores y entidades públicas.
La Presidenta von der Leyen dijo: Tenemos que poner la naturaleza en el balance. Eso es exactamente lo que hacen los créditos naturales. Cuando están bien diseñados, constituyen un instrumento eficaz y orientado al mercado que anima al sector privado a invertir e innovar. Con la inversión y la innovación, generamos ingresos para quienes trabajan para proteger la naturaleza, incluidos nuestros agricultores, nuestros terratenientes, nuestros silvicultores.
Por tanto, los créditos naturales abordarán el reto de la degradación de la naturaleza y el cambio climático, apoyando al mismo tiempo los objetivos más amplios de la UE en materia de competitividad y resiliencia, como se indica en la Brújula de Competitividad de la UE y en el Acuerdo Industrial Limpio. En la actualidad, el riesgo climático ya está provocando un aumento de los costes de los seguros, dañando las cadenas de suministro y las explotaciones agrícolas, y podría costar a las empresas hasta un 7% de sus beneficios anuales en la próxima década, si no se adaptan y apoyan la conservación de la naturaleza.
El camino a seguir
La hoja de ruta adoptada el pasado 7 de julio y elaborada con las partes interesadas establece un planteamiento ascendente que servirá para contribuir a colmar el actual déficit de inversión ecológica. Los créditos naturales complementarán la actual financiación pública de la biodiversidad como fuente adicional y voluntaria de financiación de acciones positivas para la naturaleza.
La hoja de ruta pretende desarrollar normas claras y una certificación fiable de estas acciones positivas para la naturaleza para que los créditos naturales sean eficaces y dignos de confianza, evitando al mismo tiempo la carga administrativa que supone adherirse a un sistema de este tipo. También se basará en normas ya existentes. Junto con una gobernanza sólida, esto es clave para evitar el lavado verde.
La UE se ha comprometido a destinar el 10% de su presupuesto a la biodiversidad de aquí a 2026-2027 y a duplicar su gasto exterior en biodiversidad hasta los 7 000 millones de euros. Se calcula que cada año se necesitan 65 000 millones de euros para invertir en biodiversidad, por lo que será esencial combinar la financiación pública y privada para obtener resultados a gran escala y con rapidez.
La Comisión invita a todas las partes interesadas -empresas, científicos, gobiernos y sociedad civil- a participar en la configuración de esta iniciativa a través de una convocatoria de comentarios abierta hasta el 30 de septiembre de 2025. Para garantizar el desarrollo coordinado e integrador de un mercado fiable de créditos naturales, la Comisión creará un nuevo grupo de expertos que fomentará un enfoque ascendente basado en la estrecha participación de las partes interesadas. Hoy se lanza la convocatoria continua de manifestaciones de interés para formar parte de este grupo de expertos. Las candidaturas para la primera fase de selección pueden presentarse a más tardar el 10 de septiembre de 2025.
Proyectos piloto y cooperación internacional
En la actualidad, la UE está poniendo a prueba iniciativas de créditos a la naturaleza en Francia, Estonia y Perú, y colabora con socios internacionales como la Biodiversity Credit Alliance, el Foro Económico Mundial y el International Advisory Panel on Biodiversity Credits. Los créditos a la naturaleza también pueden ayudar a los Estados miembros a cumplir los objetivos nacionales del Reglamento de la UE sobre restauración de la naturaleza y contribuir a los objetivos globales del Marco de Kunming-Montreal para la Biodiversidad.
Contexto
La naturaleza es una piedra angular de nuestros medios de subsistencia, salud y prosperidad, y una base crucial para una economía competitiva y resistente. Según el Foro Económico Mundial, más de la mitad del PIB mundial y dos tercios del valor económico añadido de la UE dependen de la naturaleza y sus servicios ecosistémicos. Los objetivos de los créditos a la naturaleza también están en consonancia con la Visión para la Agricultura y la Alimentación, la Estrategia de Resiliencia de los Recursos Hídricos y el Pacto Europeo por los Océanos.
Más información: Comisión Europea
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